El proyecto forma parte de la red nacional Así Conserva Chile y trabaja desde 2020 en conservación, reforestación e investigación científica en 70 hectáreas de la cordillera Nahuelbuta, un territorio mayormente desprotegido.
Con el foco puesto en la regeneración ecológica, la conservación de especies nativas y la investigación científica, el proyecto Reserva Nahuelbuta Este se ha consolidado como un esfuerzo de trabajo filantrópico y colaborativo de conservación privada en la cordillera de Nahuelbuta, en la provincia de Malleco.
La iniciativa nace como una inquietud particular debido a la crisis medioambiental, y con este espíritu, en 2021 se adquirieron estas 70 hectáreas en la ladera este de la cordillera de Nahuelbuta. Ese mismo año, la reserva se convierte en parte de la asociación nacional Así Conserva Chile, que agrupa más de 600 mil hectáreas de áreas de protección privada a lo largo del país.

Hans Wolf, parte del equipo del proyecto, explica que la Reserva Nahuelbuta Este es una de las pocas áreas privadas en la zona con un trabajo activo y sostenido para la protección de la biodiversidad local. “Nahuelbuta Este es un proyecto que por definición se llama área de protección privada, que en términos sencillos es un lugar físico donde existe un propietario privado o una asociación que por voluntad protege un área”, señala.
Desde su inicio, el proyecto ha ejecutado tres planes de reforestación con especies nativas: el primero, junto a Fundación Reforestemos, con 3.000 plantas; luego, el proyecto Fondo Más Bosques de la FAO-CONAF, con 3.120 plantas; y, finalmente, una reforestación con voluntariado junto a Fundación Cultiva, con 200 plantas de lleuque (Prumnopitys andina).
Además, se han desarrollado distintos estudios junto a tesistas y practicantes universitarios, y se ha facilitado el trabajo de jóvenes profesionales comprometidos con la conservación de la biodiversidad de Chile. “Se ha ido sumando gente muy preparada académicamente, y Nahuelbuta Este les da este espacio físico para poder desarrollar esas inquietudes”, comenta Wolf.
El predio puede parecer pequeño frente a otros parques o reservas, pero juega un rol estratégico en un ecosistema cada vez más amenazado. “Estamos trabajando con un propósito claro, que es la regeneración, conservación e investigación de la biodiversidad nativa de Nahuelbuta”, agrega.

Entre los esfuerzos de regeneración, destaca la protección del lleuque (Prumnopitys andina), una conífera nativa que en la cordillera de Nahuelbuta está en una situación preocupante de conservación, al no encontrarse presente en el Parque Nacional Nahuelbuta y tener una tasa de germinación natural muy baja. En este sentido, la conservación en terrenos privados se vuelve crítica: “Dentro del predio hemos identificado ejemplares de lleuque y estamos trabajando activamente en su regeneración”, señalan desde el equipo.
Aunque especies emblemáticas y carismáticas como el puma (Puma concolor) han captado la atención de las redes sociales de la Reserva Nahuelbuta Este, aclaran que el enfoque del proyecto es integral, abarcando a toda la fauna, funga (hongos) y flora nativa presente en el área, buscando generar un espacio seguro para el desarrollo de la vida.
En lo científico, el proyecto cuenta con la asesoría especializada de la ingeniera en Recursos Naturales y magíster en Bosque y Medioambiente, Camila Molina, quien aporta con rigurosidad técnica a los distintos frentes de investigación y actividades realizadas en el área.
Además de su importancia ecológica, la protección de la cordillera de Nahuelbuta es fundamental para las comunidades humanas de su entorno. La conservación de estos ecosistemas garantiza servicios como el abastecimiento de agua, la regulación climática, la calidad del aire, la provisión de alimentos y combustible, y múltiples beneficios asociados a la salud física y mental. “La vida de quienes habitamos las faldas de Nahuelbuta depende directamente de su estado de conservación”, expresa Wolf.
En un contexto donde predomina la fragmentación del bosque nativo y el avance de actividades extractivas, la Reserva Nahuelbuta Este no solo representa una acción concreta ante la crisis ambiental, sino también una invitación a ampliar la mirada: a ver más allá de los íconos turísticos y reconocer la fragilidad de este ecosistema. “La imagen romántica de la Piedra del Águila esconde una realidad crítica: la protección real de Nahuelbuta es mínima”.
El proyecto Nahuelbuta Este se proyecta como un modelo replicable de conservación colaborativa, que integra ciencia, educación, restauración ecológica y voluntad para resguardar el patrimonio natural de Chile.
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