Tradicional actividad ahora tiene su propia caseta de información y bodega en embarcadero de Villarrica. La buena noticia viene a contrarrestar una temporada estival con menos clientes.
Un contradictorio balance de temporada hicieron los guías de turismo y pesca deportiva de Villarrica, quienes por un lado han tenido menos actividad, pero también por otro han recibido buenas noticias y una generosa donación para mejorar sus condiciones de trabajo.
Se trata de la conformación del primer sindicato de guías y excursionistas, además de la habilitación de una nueva oficina de informaciones, ubicada en pleno embarcadero de Villarrica, que además sirve como bodega y evita tener que trabajar a la intemperie o con todos sus equipos desordenados. Toda esa construcción fue donada por Martabid, empresa inmobiliaria que desarrolla varios proyectos en la zona lacustre.
Rubén Buchhorsts, destacado instructor y guía de pesca, resaltó la importancia de este nuevo status: “Nosotros como sindicato no teníamos una oficina ni una bodega donde guardar nuestros salvavidas ni nuestros equipos de pesca. Conversamos con el concejal Germán Vergara y él habló con la empresa Martabid para que nos regalara una oficina de informaciones, que también nos sirve como bodega. Estamos muy agradecidos por este buen gesto que han hecho con nosotros”
«Bueno ahora sí. Antes no teníamos ayuda, pero ahora vamos a tener más apoyo, por ejemplo vamos a tener una caseta para protegernos bajo techo cuando llueve. Antes no teníamos nada, si llovía teníamos que irnos para la casa”, destacó José Saldaña, otro de los guías de pesca que durante décadas ha llevado su bote Mackenzie hasta el río Toltén, que pasó de ser la frontera entre los pueblos mapuche y huilliche, a lo que es hoy: una postal turística de la Araucanía.
“Soy de Santiago, específicamente de la comuna de Huechuraba y era la primera vez que vivía esto. Es espectacular, porque uno se relaja, puede ir pescando, es genial, de vacaciones o en cualquier momento venir acá. realmente fabuloso” señaló Vicente Alonso, joven turista capitalino que pudo disfrutar los últimos días de verano en el Río Toltén y del conocimiento experto de estos guías de pesca, quienes conocen cada remanso y los mejores lugares para capturar salmones o truchas.
Estos esforzados hombres prefieren llamarse «guias de pesca» y no simplemente boteros. Y es que su tradicional oficio, ahora organizado mediante un sindicato formal de guías y excursionistas turísticos, no sólo aporta al turismo de la zona lacustre, si no que también es clave para la pesca deportiva, cuya temporada va de noviembre a mayo. Mediante la conformación de su primer sindicato y la habilitación de su caseta de informaciones turísticas, los guías de pesca de Villarrica invitan al público a conocer mejor estos históricos lugares. Sobre todo en el bello tramo donde se desborda el lago Villarrica y hasta antes de recibir las aguas del río Allipén. Ahí la naturaleza sigue intacta y los paisajes pueden disfrutarse en total silencio.
El servicio diario bordea los cincuenta mil pesos por bote y ellos ponen todo: salvavidas, cañas, aperos de pesca; pero sobre todo un profundo conocimiento del río Toltén y sus aguas, además de los remansos donde siempre pica uno que otro ejemplar.
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