El gobernador de Cautin, Ricardo Chancerel, calificó como lamentable el hecho registrado la noche del martes 25 de julio, que terminó con un templo evangélico completamente quemado en el sector El Natre.
El ataque al templo fue adjudicado por el grupo Weichan Auka Mapu, en el lugar se encontró un lienzo que pedía «libertad a los presos políticos mapuches», en respaldo a uno de los hermanos Tralcal, imputado por la muerte del matrimonio Luchsinger Mackay.
La autoridad provincial, sostuvo “es lamentable, hace un año que no teníamos un atentado de estas características en la provincia, un incendio intencional, en esta oportunidad el sector El Natre fue el afectado, un templo de la Asamblea de Dios, estamos hablando de una capilla que acogía a 18 feligreses desde hace ya 30 años”.
En su visita al lugar, y en conversaciones con los vecinos y fieles, el gobernador Chancerel señaló que el Gobierno rechaza categóricamente estos actos.
“No podemos sino repudiar con energía este hecho, vamos a ayudar en la labor investigativa, el Gobierno Regional está evaluando presentar una querella bajo la tipificación que la investigación requiera. Insistimos que esto son atentados cobardes sin ninguna justificación, estas organizaciones lo único que hacen es entregarles bienestar a las mismas comunidades mapuche que son aquellas que integran esta comunidad”, expuso.
“Por tanto, aquellos que intenten amedrentar a las comunidades de creyentes y al propio Gobierno, sepan que no van a obtener ningún resultado. Esto lo único que hace, es que las personas repudien estos actos demenciales”, concluyó el gobernador de Cautin, Ricardo Chancerel.
En cuanto a la reconstrucción de iglesias, la autoridad provincial indicó que “la próxima semana vamos a firmar un convenio con empresas privadas y los alcaldes de Ercilla, Padre Las Casas y Vilcún para efectos de levantar iglesias que fueron quemadas el año pasado”.
El pastor del templo del sector El Natre, Juan Mella, explicó “recibimos la noticia pasada las diez de la noche, cuando llegamos estaba Bomberos apagando los últimos restos, no se salvó nada”. El pastor Juan Mella agregó “no podemos dejar nuestro trabajo de 30 años que llevamos en ese sector”.
Ema Rubilar, vecina del sector El Natre, comentó “yo estaba en mi casa, un sobrino me avisa que la iglesia estaba ardiendo, no podía creerlo. Vine corriendo, cuando llegue estaba todo envuelto en llamas, ya no había nada que hacer. Yo no quería venir porque tenía miedo, se sintieron dos disparos en la noche y nos dijeron que había un panfleto pegado en el cerco”.
Dejar una contestacion