En Región de la Araucanía se espera concretar el acuerdo que establecerá una gobernanza sostenible en la cuenca del río Picoiquén.
En Chile, uno de los países más afectados por el cambio climático, ha quedado en evidencia que los impactos de las sequías y el uso intensivo del agua en los procesos productivos, han ido configurando un escenario de escasez hídrica crónica, aumentando la incertidumbre para los territorios y sus comunidades.
En este contexto, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) está desarrollando cuatro procesos participativos en el centro sur del país que buscan generar Acuerdos Voluntarios para la Gestión de Cuencas (AVGC), orientados a establecer una buena gobernanza de las cuencas con el compromiso de empresas, entidades públicas, comunidades y organizaciones de usuarios.
El primer convenio será firmado el 8 de septiembre en la Región del Maule y beneficiará a la cuenca Llico, Vichuquén, Torca, Tilicura Agua Dulce y afluentes, que abarca parte de las comunas de Vichuquén y Hualañé, en la Provincia de Curicó. Tendrá una vigencia de 10 años renovables e involucra alrededor de 28 organizaciones públicas, privadas y de la sociedad civil.
Y en lo que resta del año, la Agencia espera instalar acuerdos para el manejo de las cuencas de los lagos Riñihue, Panguipulli y Calafquén (Los Ríos y La Araucanía), del río Picoiquén (La Araucanía) y en la subcuenca del río Itata, en el territorio que corresponde a la comuna de Ránquil (Bío Bío).
Juan Ladrón de Guevara, director ejecutivo de la ASCC, señala que este instrumento se aplicó exitosamente en la subcuenca de los ríos Maipo y Clarillo (RM) y en la cuenca birregional de El Yali (RM y Valparaíso), generando inéditos compromisos que contemplan acciones asociadas con el cuidado del patrimonio ambiental, la reducción de la vulnerabilidad ante riesgos naturales y la adaptación al cambio climático.
“Estos acuerdos constituyen una verdadera contribución a la gobernanza del agua, donde el gran desafío es mejorar el aprovechamiento de los recursos y patrimonios naturales a partir de las necesidades y las aspiraciones de todos los actores públicos y privados, como de los usuarios de la cuenca, a través de una gestión coordinada y en base a acciones concretas”, enfatiza Ladrón de Guevara.
Cuenca del río Picoiquén
El Acuerdo Voluntario para la Gestión de Cuencas se puso en marcha en la región tras la manifestación de interés por parte de la Comisión Ambiental del Concejo Municipal de Angol, Municipalidad de Angol, Comité Ambiental Comunal de Angol, Fundación Nahuelbuta, Departamento de Acción Social del Obispado -DAS- y Agrupación ecológica, educativa y cultural Rukarelmu.
La cuenca del río Picoiquén, en la vertiente interior de la cordillera de Nahuelbuta, abastece de agua potable a la ciudad de Angol, por lo que Bernardo Reyes, presidente de Fundación Nahuelbuta, asegura que uno de los factores que han despertado el interés por este instrumento público es la necesidad de colocar la salud pública como un elemento central del desarrollo de un territorio.
“Una población saludable puede responder y enfrentar los desafíos del cambio climático y puede crear capacidades laborales, por lo tanto la salud pública está al centro de la preocupación del diálogo para mejorar las condiciones de la cuenca”, sostiene.
A la fecha se han realizado cuatro talleres y en septiembre se dará inicio a la etapa de negociación del AVGC río Picoiquén, con la participación del Ministerio de Medio Ambiente, Gobernación de Malleco, Seremi de Salud, Sercotec, Sernatur, Indap, Conaf, DAS, Universidad de Concepción, Forestal Arauco, Forestal Mininco, Hidro Angol, Observatorio Regional UC Temuco y nueve organizaciones sociales.
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