“Como Concejo Municipal debemos declararles la guerra a los 35 casinos informales que existen porque el Tribunal Constitucional reconoció facultades a la Contraloría General para que solicite la no renovación o la no otorgación de patentes. Por tanto, hago un llamado al alcalde a que iniciemos un trabajo de fiscalización a quienes mantienen máquinas tragamonedas en Temuco, ya que por vecinos hemos sabido que entran menores, se fuma, bebe y a veces hasta ocultan las maquinas”.
Con estas palabras, el concejal de Temuco Roberto Neira se refirió a los polémicos “juegos de habilidad y destreza” y usó como argumento la decisión del Tribunal Constitucional, que rechazó el requerimiento de inaplicabilidad presentado por la Asociación de Operadores, Fabricantes e Importadores de Entretenimientos Electrónicos (FIDEN) contra la Contraloría General de la República. Con este recurso, se buscaba frenar las facultades del Organismo de obligar a los municipios a negar el otorgamiento o renovación de patentes a aquellos locales que exploten estos juegos electrónicos de azar.
Cabe destacar que según la ley 19.995, las únicas entidades autorizadas a tener este tipo de aparatos con apuestas son los casinos de juegos, municipales y privados, distribuidos en 17 comunas que son reguladas por la Superintendencia de Casinos de Juegos y que, además de pagar los impuestos al Estado, deben aportar un 20% de lo recaudado al municipio y los Gobiernos Regionales.
El concejal Neira agregó que muchos locales terminan funcionando como pequeños casinos ilegales, a los cuales suelen ingresar menores de edad y hasta con uniforme. “Vecinos me señalan que abren hasta las 6 de la mañana y expenden alcohol, se fuma y venden juegos a los menores de edad. Y en los locales que están en el centro, uno no sabe que pasa dentro, porque están completamente cerrados y no sabemos si entran escolares o dueñas de casa. Podemos actuar sobre el tema de los casinos informales, y ahí es donde hago el llamado a la ciudadanía”, sentenció.
El caso de Magaly
Magaly es el nombre de una vecina que no entregó detalles de su vida, pero sí experiencias en locales con máquinas tragamonedas. “Yo puedo decir que me gasté el 70% del sueldo mensual de mi marido y, cuando ya no están los recursos, recurres a los avances en efectivo y la venta de enseres de la casa como la juguera o la batidora. En el local que yo visitaba se dejaba empeñado hasta el carné de identidad y las argollas de matrimonio, aros o cualquier cosa por 3 mil pesos”, relató
“No hay escapatoria. Yo tuve dos intentos de suicidio porque para mí ya no había nada. Perdí todo lo económico, a toda la familia y las amistades. Salir a la calle y mirarlos ahora no es fácil; tú te escondes, porque de verdad es más difícil de lo que piensas”, relato Magaly.
Al respecto, el concejal Neira indicó que “tenemos que batallar para que no se les renueve la patente, mejorar la fiscalización de seguridad ciudadana en los negocios que tengan máquinas tragamonedas y tener la garantía de confiscar. Si queremos proteger la familia y hacernos pate del problema tenemos que actuar.
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