Con motivo de la celebración del Día Internacional del Libro Infantil, hoy lunes 2 de abril, la Coordinadora de Lenguaje de la Red Educacional Cognita, Fanny Carrasco, entrega recomendaciones para incentivar desde una temprana edad el gusto por la lectura.
Diversos estudios han mostrado que los chilenos no somos buenos lectores. Y aunque una investigación realizada por Cerlac-Unesco para medir los hábitos de lectura en seis países de Latinoamérica, mostró que tras los argentinos (70%), los chilenos son los que más libros leen en la región – un 51% dice hacerlo y a un promedio de 5,4 libros al año- hay un elemento preocupante, y es que, a diferencia de los argentinos, los chilenos no leen por gusto, sino por obligación, principalmente, por razones académicas y laborales. El mismo informe revela que mientras en Argentina y Brasil un 70% y 47% de las personas, respectivamente, lee como una forma de recrearse, en Chile esa cifra apenas llega al 7%.
La lectura tiene un sinfín de beneficios, sobre todo si es un hábito que se cultiva desde edades tempranas. Leer potencia la imaginación, ayuda al niño a aprender, a divertirse solo y favorece la capacidad de concentración, siendo uno de los más importantes potenciadores cognitivos y la base del capital cultural.
Con motivo de la celebración del Día Internacional del Libro Infantil, este lunes 2 de abril, la Coordinadora de Lenguaje de la Red Educacional Cognita, Fanny Carrasco, entrega una serie de recomendaciones para fomentar la lectura en casa desde temprana edad, tarea que se ha puesto cada día más difícil en el contexto digital en que hoy se desarrollan los niños.
1.- Dar el ejemplo
Sin duda que el mejor incentivo para lograr conductas positivas en los niños es el ejemplo que entregan los padres. Crear instancias de lectura en familia, u organizar panoramas como salir juntos a la librería o hacer excursiones al campo para leer son experiencias únicas, que el niño aquilatará como parte esencial de su desarrollo. Y si no se dispone de mucho tiempo, pequeños gestos como aprovechar los domingos por la mañana para leer todos juntos en el sofá, son actividades que tanto grandes como pequeños disfrutarán y que nos ayudarán a fomentar la lectura en casa. Padres lectores generan hijos lectores.
2.- Deje que el niño elija
Imponer qué libro debe leer el niño es un mal camino para fomentar la lectura. Debe ser él quien elija lo que quiere leer. Se recomienda que los padres propongan a sus hijos libros que alimenten su curiosidad, pero en ningún momento se les puede prohibir u obligar a leer un libro u otro.
3.- La lectura debe ser un juego
En la mayoría de los casos, los libros han estado siempre vinculados al ámbito académico. Enseñar la cara amable y lúdica de los libros y dejar que el niño acceda al mundo de la lectura por su propia iniciativa es la mejor manera de favorecer su inquietud por la misma. Leer debe ser un acto placentero.
4.- Leer en espacios creativos
Resulta aconsejable dejar de lado el escritorio de habitación y buscar lugares que alimenten la imaginación. Las bibliotecas son un espacio idóneo para leer, y estudiar, pero también los parques y otros espacios abiertos son perfectos para disfrutar de un libro, siempre mejor en compañía de los padres.
5. Establecer una rutina diaria
Buscar un espacio y un tiempo diario para que el niño lo dedique a la lectura, como por ejemplo, antes de ir a dormir o justo después de la comida. Crear un hábito y hacer que el niño relacione ese tiempo a algo placentero y entretenido es la mejor manera de potenciar la lectura.
6. Abrir las puertas a la lectura digital
No hay que tenerle miedo al mundo digital, pues es el entorno natural donde se desarrollarán nuestros hijos. Los libros interactivos también son una excelente manera de fomentar la imaginación y la creatividad en los niños. Hay que saber adaptarse a las nuevas tecnologías y considerar que el papel y las tablets son capaces de convivir perfectamente.
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