En el contexto del mes del donante de sangre voluntario, pacientes y personal clínico están realizando un fuerte llamado a la donación voluntaria y a repetición.
Susan padece leucemia mieloide y, según cuenta su madre, Hilda Ancamán, su hija ha necesitado muchas transfusiones durante todo su tratamiento ya que su patología “convierte su sangre en agua y en algunos momentos ha requerido hasta 20 transfusiones las que le han permitido estar bien y poder continuar con su tratamiento. Si no tenemos sangre para que Susan sea transfundida no puede ser tratada”.
Según explicó el Tecnólogo Médico de la Unidad de Medicina Transfusional del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena, un donante puede dar vida a 4 personas y, en el caso de los pacientes oncológicos, se pueden necesitar hasta 6 unidades de sangre, “es decir 6 donantes. Actualmente recibimos aproximadamente 9 mil donantes pero necesitamos llegar a los 12 mil y eso sólo es posible a través de la donación de sangre voluntaria. Estamos bajos de sangre y, aunque siempre hemos podido responder, hemos pasado susto ya que la idea es que no nos falte para entregar siempre el servicio en el tiempo y oportunidad que corresponde”.
De acuerdo a lo expresado por Gloria, madre de Gustavo, paciente con neuroblastoma ósea del Servicio de Oncología Pediátrica explicó la importancia que reviste para ellos contar con sangre al momento de recibir su quimioterapia ya que, “para que puedan recibir su tratamiento, entre una y otra quimioterapia necesitan subir sus defensas si no están adecuadas no se puede seguir con el tratamiento, si el fármaco que se utiliza para ello no produce efecto, se debe recurrir a la transfusión que es vital para que no pase mucho tiempo entre una quimioterapia y otra” explicó Gloria.
La Médico Cirujana de Tórax, Verónica Fonseca Salamanca, detalló que “por su complejidad el hospital atiende a toda la región. Quienes vienen preparados para su operación generalmente traen sus dadores de sangre pero hay un tremendo grupo de pacientes, que son los de urgencia, obviamente, no traen dadores y muchas veces son los que más necesitan. En el caso de los pacientes oncológicos se necesitan transfusiones especiales. Para ellos no sólo necesitamos un donante a veces llegamos a necesitar hasta 30 y ellos sólo pueden salir de la comunidad. Como cirujanos y personal clínico podemos hacer mucho, entregar nuestro mayor esfuerzo pero hay algo que no podemos hacer y que es reemplazar algo tan vital como la sangre. Para poder mantener abastecido nuestro banco necesitamos de la comunidad”.
En líneas generales se puede definir la transfusión de sangre como un procedimiento médico mediante el cual se hace pasar sangre de un donante a un receptor, de forma que se pueda reponer en este último el volumen sanguíneo, se mejore la hemoglobina y la capacidad de transporte de oxígeno, entre otras sustancias. Mediante una transfusión de sangre se pueden compensar déficits de componentes de la sangre.
La transfusión de sangre está indicada para el tratamiento de personas que, en un momento determinado, presentan alguna carencia de algún componente sanguíneo que no puede ser compensada por otros medios. Este es el caso de las personas con leucemia mieloide crónica que, como otros pacientes con cáncer, pueden necesitar transfusiones de concentrados de hematíes o de plaquetas debido a que la médula ósea ha perdido temporalmente la capacidad de fabricarlas
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