El Capitán Ignacio Carrera Pinto, hace 136 años en el poblado de la Concepción en la sierra peruana -ante una oferta de rendición- manifestó: “En la capital de Chile y en uno de sus principales paseos públicos existe inmortalizada en bronce la estatua del prócer de nuestra independencia, el general José Miguel Carrera, cuya misma sangre corre por mis venas, por cuya razón comprenderá usted que ni como chileno ni como descendiente de aquel deben intimidarme ni el número de tropas ni las amenazas de rigor. Dios guarde a usted”. Una respuesta que, entre el 9 y 10 de julio de 1882, selló la sentencia de muerte de los 77 héroes de la 4ta. Compañía del Batallón 6to. de Línea “Chacabuco” quienes, durante 20 horas, resistieron el ataque de casi 2.000 adversarios
El joven Capitán se refería a su abuelo, el General José Miguel Carrera Verdugo. El primer General en Jefe del Ejército de Chile, entre 1813 y 1814. Suficiente motivo para no caer en la deshonra de su familia y menos en el incumplimiento del deber militar que le imponía, a toda costa, conservar su puesto. Oficialmente, en esa época, no existía un Juramento a la Bandera similar al que conocemos hoy.
Diferentes Presidentes y por variados Decretos, desde 1914 en adelante, le dieron una formalidad y le hicieron diferentes modificaciones a su texto, conforme a las exigencias políticas de cada época.
Así fue como el Presidente Ramón Barros Luco, en el año 1914, impuso por Decreto un Juramento similar al que se exige hoy. Posteriormente el Presidente Arturo Alessandri Palma, en el año 1933, para evitar los temidos alzamientos militares o ruidos de sables, exigió, también por Decreto, un Juramento de fidelidad a la Constitución y las Leyes de la República.
En el año 1939, el Presidente Pedro Aguirre Cerda, nuevamente cambia el Juramento suprimiendo la referencia a Dios y la bandera y agregándole un texto de fidelidad a las autoridades políticas, disponiendo además, como fecha de celebración, el 09 de julio de cada año.
Finalmente, en el gobierno del Presidente Gabriel González Videla, encontrándose como Ministro de Defensa el General de División Guillermo Barrios Tirado, en el año 1952, se resuelve volver al texto de 1914, el que se utiliza hasta nuestros días, conservando la fecha del 09 de julio como el día del Juramento a la Bandera.
Un juramento que está normado por un Decreto Supremo, en cuanto a su texto y fecha de realización, pero en ningún caso, establece una obligatoriedad de rendir la vida, eso es una cuestión de compromiso, de disciplina, de reglamentación interna, de honor y de tradición exclusiva del Ethos de la Profesión Militar. Un regalo, que este año, más de 14.000 hombres y mujeres del Ejército de Chile le hacen a la sociedad a la cual se deben y pertenecen.
Christian Slater Escanilla
Coronel (R) del Ejército de Chile
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