La copa Integración Juvenil organizada por el Centro de Internación Provisoria y de Régimen Cerrado de Cholchol, permitió a los adolescentes compartir con pares del medio libre
Con la presencia de la directora regional del Servicio Nacional de Menores, Sename, en La Araucanía, Claudia De La Hoz, el Centro de Internación Provisoria y de Régimen Cerrado, CIP-CRC de Cholchol, realizó la ceremonia del Tercer campeonato de baby futbol Integración Juvenil.
El cuadrangular tuvo una duración de tres semanas y en ella participó el Equipo dueño de casa y los representantes de los liceos James Mundell, Agrícola e Intercultural, todos emplazados en la comuna de Cholchol. La idea –como explicaron sus organizadores- es vincular a los adolescentes que se encuentran cumpliendo algún tipo de sanción y bien en carácter provisorio con alguna medida cautelar con jóvenes del medio libre. De esta forma, se organiza el evento de tal modo de prepararlos, a través del deporte, para que puedan desenvolverse acatando las normas y reglas que impone la sociedad.
Alberto Román, director del CIP-CRC Cholchol explicó: “Estas actividades están enfocadas a aportar a los procesos de integración de los adolescentes, por ello, invitamos a jóvenes del medio libre que poseen edades similares, de tal modo que puedan socializar de una manera deportiva y recreativa en una actividad organizada por los funcionarios especialmente para nuestros adolescentes”.
En la tercera versión del campeonato Integración Juvenil resultó ganador el equipo dueño de casa, cuyo capitán, Richard, de 17 años dijo: “Ya nos manejamos en la cancha, hay algunos que juegan más o menos y nosotros como estamos aquí conocemos la cancha”
“Esta bueno este campeonato porque nosotros estamos aquí encerrados y viene gente de fuera, entonces nos comunicamos con otras personas que son de nuestra edad”, agregó
En tanto, la directora regional del Sename, Claudia De La Hoz, valoró la actividad por cuanto “responde a una sumatoria de esfuerzos de los educadores y del equipo directivo del centro y principalmente porque permite abrir una pequeña ventana para el cambio de mirada de los adolescentes por medio de la sana competencia, obligándolos a través del juego a respetar las normas y a los compañeros, lo cual los prepara para enfrentar la vida en el medio libre”.
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