Objetivo el curso de dos días fue conocer las metodologías utilizadas por equipos investigativos nacionales y extranjeros y así diseñar mejores acciones preventivas.
Saber cómo y dónde comenzó un incendio forestal, para en el futuro prevenir la ocurrencia de un nuevo siniestro, fue el objetivo central de un curso de dos días realizado por CONAF y CORMA Araucanía, para empresas asociadas al gremio forestal.
El primer día de trabajo fue dedicado exclusivamente a la teoría, mientras que el segundo a la práctica en terreno, la que se desarrolló en el sector Isla Cautín donde, en enero de 2018, una serie de siniestros afectaron el área, sitios con los cuales trabajaron los relatores.
Patrick Laurel, jefe de Brigada de Investigación de Causas de CONAF, detalló que es bueno que todos quienes están relacionados a los bosques y plantaciones conozcan esta metodología mundial de trabajo.
Agregó que “esta metodología de evidencia física, es la que se utiliza tanto en Europa como en otros países y apunta a trabajar con 10 indicadores de progreso de un incendio forestal; patrón de quema, lascamiento (desprendimiento de la corteza de plantas y árboles cuando pierden humedad), modelo de carbonización, abanderamiento, etc. Esas son las evidencias físicas, las huellas que deja el fuego. Y, por otro lado, también están las entrevistas o empadronamiento que pudieran existir en el lugar del suceso. Una vez que se tiene esa información se contrastan y comparan para determinar finalmente la causa de un incendio forestal”.
María Josefina Antinao, jefa de gestión social de Bosques Cautín, fue una de las participantes del curso. Asegura que lo aprendido le permite mejorar su desempeño en terreno. “Estos temas son nuevos para mí y serán súper válidos para el trabajo en terreno. Uno puede hacer además la analogía que esta información nos sirve para prevenir porque se va conociendo lo que realizan las instituciones en esta materia y de qué manera uno puede ayudar, tanto en la prevención, como también en el control del fuego”.
Actualmente solo instituciones policiales y de instituciones públicas como CONAF cuentan con brigadas investigadoras de incendios, pero para los participantes este puede ser el inicio de nuevos equipos especializados. Así al menos lo cree Juan Elías Gallardo, administrador Patrimonial de Forestal Mininco. “Normalmente en los incendios tomamos varios aspectos y desarrollamos una investigaciones dentro de la compañía, pero tener personas especializadas sería una bonita oportunidad para desarrollar este tipo de grupos que puedan apoyar a todos”.
Opinión similar tiene Juan Arias, de Agrícola El Alba, quien ahora espera capacitar a sus colegas en las temáticas que aprendió. “Muchas veces entorpecemos lo que puede ser una investigación, caminando encima del área que hay que investigar. Ahora voy a citar a mi gente y daremos unas charlas para que logremos trabajar todos en conjunto, para estar preparados para cuando haya un incendio”.
Para la Corporación Chilena de la Madera esta instancia tuvo una muy buena acogida cumpliendo los objetivos trazados, afirma Marcelo Bonnefoy, gerente regional de CORMA sede Araucanía: “El objetivo del gremio fue unificar criterios de los asociados con CONAF, en relación a cómo determinar los puntos de origen de los incendios y su causalidad. Este tipo de conocimiento ayuda en caso de intencionalidad a identificar y sancionar a los autores de los siniestros y además definir mejores estrategias de prevención de incendios a través de la educación y de las prácticas silvícolas”.
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