Gerente General de McDonald’s Chile
El próximo 26 de junio entrará en vigencia la tercera y última etapa de la Ley de Etiquetado de los Alimentos y los reconocimientos que ha logrado Chile de parte de organismos internacionales relacionados con la salud gracias esta normativa, no han posicionado como un modelo para otros vecinos de la región que están siguiendo el mismo camino.
Pero más allá de esta medida, creemos que el desafío de la obesidad no solamente se combate desde la arista de la educación e información alimentaria, aquí también juega un rol clave el fomento de la actividad física desde temprana edad y el rol que queremos jugar como sector privado en esta materia. Así lo deja en evidencia el Reporte Global de Notas de Actividad Física en Niños y Adolescentes 2018, que evaluó tendencias globales de vida activa y salud en 49 países, entre ellos Chile. ¿El resultado? En una escala de 1 a 7, tenemos un 3, lo que significa que estamos muy por debajo del promedio internacional (4,0) y que ocupamos el penúltimo lugar entre 49 naciones evaluadas.
No obstante, el debate hoy continúa en torno a lo que debemos o no comer, muchas veces demonizando la comida y culpándola de todos los males. Sin embargo, la discusión no apunta al crítico nivel de sedentarismo que tenemos como país, afección que se ha convertido en una de las principales causas de muerte en el mundo; ante lo que surge la siguiente interrogante: ¿Por qué no trabajar en el equilibrio de ambas?
Es en este punto que quiero detenerme, puesto que desde el sector privado tenemos la responsabilidad de promover cambios culturales en las comunidades en las que operamos y, sobre todo, en aquello que tenga relación con la salud de los niños. Como empresa desde siempre hemos estado preocupados de esta realidad y por ello incorporamos la mejor calidad y altos estándares en materias primas a todos nuestros productos y hemos desarrollado una oferta variada y balanceada para todo tipo de consumidor. Pero lo más importante, junto con esto, hemos generado alianzas permanentes con organizaciones deportivas y municipalidades, con las cuales adquirimos un compromiso para entregar a sus vecinos diversos talleres de actividad física gratuitos que mejoran la calidad de vida y el estado físico de niños, adultos, personas de la tercer edad y personas en situación de discapacidad.
La base de una sociedad son las personas, y es en esta línea que continuaremos aportando para que la educación alimentaria, la formación de hábitos deportivos y actividad física, así como la toma de conciencia por parte de las familias sobre estos temas cobre sentido.
Hoy Chile es un modelo a nivel internacional en materia de alimentos, ¿por qué no plantearnos el desafío de mejorar nuestra posición en el ranking mundial de Actividad Física y ser un ejemplo en esta materia?
El desafío ya existe, estamos a tiempo de generar los cambios. Son este tipo de iniciativas, que van más allá de nuestros negocios, las que finalmente sellan nuestro aporte al desarrollo del país a nivel económico y social.–
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