Detectives de la Brigada Investigadora de Trata de Personas Metropolitana (Britrap) allanaron -en virtud de una orden judicial concedida por el Juzgado de Garantía de Temuco- 9 domicilios y detuvieron a 8 integrantes que conformaban una red internacional de trata de personas con fines de explotación sexual, que operaba en al menos tres regiones del país, y que fue desarticulada en diligencias simultáneas desarrolladas en Temuco, Osorno y Santiago.
La indagatoria fue liderada por el fiscal jefe de Temuco Alberto Chiffelle, quien encabezó el operativo que culminó con el rescate de 10 víctimas de nacionalidad colombiana que permanecían en situación de explotación sexual y la detención de 8 personas , entre ellos dos colombianos, identificados como integrantes de la organización criminal.
La investigación se inició en el mes de junio por la denuncia que realizaron 8 mujeres que escaparon de la organización criminal, la cual es -por la cantidad de víctimas y de regiones en las que operaba- la red de trata de personas con fines de explotación sexual más grande desbaratada hasta ahora en Chile.
El jefe de la Britrap, comisario Giordano Lanzarini, señaló que “Este es el resultado de una investigación que llevó durante varios meses nuestra unidad en conjunto con el Ministerio Público, y donde se logró establecer que han pasado una serie de víctimas que bajo engaños fueron traídas al país y presionadas para ejercer la prostitución y vivir en condiciones muy diferentes a las que les ofrecía esta red de trata”.
En tanto, el fiscal Chiffelle, dijo que algunas de las mujeres reclutadas por esta red desconocían que trabajarían en la prostitución. “Algunas venían a ejercer labores como trabajadora de casa particular, algunas de modelo. Y a otras derechamente se les indicaba que venían a ejercer el comercio sexual, pero no en las condiciones que estaban acá. Estamos hablando de condiciones de vida en donde debían alimentarse, trabajar en una misma pieza, privadas de comunicaciones, de sus teléfonos, con imposibilidad de comunicarse con sus parientes ”.
Las víctimas que permanecían en situación de explotación sexual y vivían encerradas en habitaciones, eran monitoreadas permanentemente por cámaras de seguridad, en condiciones similares a la esclavitud. “No una esclavitud como algunos se pueden imaginar con barrotes, privadas de libertad, sino una esclavitud moderna en el sentido de que eran víctimas de coacción. Se aprovechaban de la vulnerabilidad de las mismas” explicó el persecutor.
Las 10 mujeres rescatadas en los allanamientos, que se suman a otras 22 identificadas en la investigación, fueron derivadas a la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos de la Fiscalía. Mientras que los ocho imputados, quienes cumplían distintos roles, fueron presentados el martes 5 de noviembre ante el Juzgado de Garantía de Temuco para la audiencia de formalización, decretándose prisión preventiva para todos los implicados.
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