En el contexto del proyecto de innovación productiva INIA-FIA “Incremento de la competitividad agrícola en La Araucanía, mediante el fomento de la reconversión de sistemas tradicionales a sistemas frutícolas”, que pretende incorporar nuevas tecnologías y especies, en INIA Carillanca se ha comenzado con la plantación de almendros. en alta densidad con variedades de floración tardía sobre patrones enanizantes. La iniciativa está a cargo del profesional Carlos Fuentes B., quien destaca esta iniciativa como un aporte del Plan Impulso al desarrollo frutícola de la región.
«Estamos plantando variedades de la empresa Agromillora (c) sobre el patrón Rootpac-20. Al segundo año se espera el inicio de producción en plantas conducidas en forma de setos, en un marco de plantación de 3 por 1 metro, que es una producción en alta densidad que implica unas 2 mil 800 plantas por hectárea aproximadamente. Esto equivale a unas 25 hectáreas en la zona central con densidad tradicional de 6 por 5 metros. Para un establecimiento eficaz en el menor tiempo posible se ha realizado una plantación de tipo mecánica con tecnología satelital y con aplicación localizada de fertilizantes y plaguicidas. Esta plantación partió a mediados de octubre de 2019 y hasta el momento no se reportan problemas producto de esta tecnología, que ya es usada en otras especies como avellano europeo, vides y cerezos por ejemplo. En almendros, sería la primera plantación de tipo mecánica con esta tecnología en Chile”, comenta Fuentes. Asimismo, se establecerán variedades de IRTA España cuyo representante en Chile es Viveros Sunnyridge, en 3 densidades distintas de forma de evaluar económicamente los distintos modelos de producción así como también la entrada en floración en latitudes de La Araucanía y su comportamiento frente a las heladas y la producción de fruta por unidad de superficie.
El proyecto en ejecución se lleva adelante desde el 2019, mediante validaciones en unidades productivas que puedan ser transferidas al medio agrícola regional con análisis de rentabilidad y factibilidad, además de la prospección de nuevos mercados asociados. Debido al cambio climático es sabido que la fruticultura ha ido migrando más hacia el sur, por lo que se hace necesario evaluar adaptaciones de especies frutales no consideradas y que cuentan con demanda de mercado y oportunidades para su desarrollo. Es el caso de la introducción de variedades de almendro (Prunus dulcis) de origen europeo con tecnologías que puedan adaptarse a la región, con el uso de patrones enanizantes, variedades autofértiles, de floración tardía, de precocidad en la entrada en producción y de adaptación a manejos más equilibrados en el uso de agroquímicos.
Para sustentar esta apuesta, se han diseñado sistemas de producción con uso de control de heladas, entre otras formas de manejo para su adaptación. Esta evaluación pretende entregar resultados de adaptación y económicos a partir del 2020 en adelante. Asimismo, el proyecto financiado por FIA busca evaluar en condiciones de precordillera la adaptación a manejos más sustentables de castaño tipo marrón (Castanea sativa), con un sistema intensivo de uso de los espacios con otros cultivos para acelerar la recuperación de capital de la inversión.
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