Esta medida va dirigida a los lactantes entre 12 y 18 meses. También se contempla la extensión de cobertura de las vacunas contra la influenza para los niños hasta los 10 años y de sarampión para los menores de 2 a 6 años.
La varicela o peste cristal es producida por un virus llamado varicela zoster. Es una de las enfermedades típicas de la niñez y también de las más contagiosas. Se presenta con fiebre, picazón y cientos de vesículas que al reventarse se transforman en costras.
Se estima que en Chile el 90% de los adultos tuvo esta enfermedad en la infancia, mientras que el otro 10% podría estar susceptible a contraerla de adulto, lo que conlleva mayor riesgo de complicaciones, especialmente en embarazadas ante el inminente riesgo de sufrir una pérdida.
En este sentido la vacunación es clave, por lo cual en octubre el Ministerio de Salud (Minsal) anunció la ampliación del Programa Nacional de Inmunizaciones, con la incorporación de la vacuna contra la varicela a partir del segundo trimestre de 2020. La primera dosis se aplicará a los menores entre 12 y 18 meses, y la segunda cuando tengan entre cuatro y cinco años.
Con esto, el Minsal espera inmunizar a más de un millón de personas adicionales el próximo año, totalizando casi 8 millones de personas durante 2020, tal como lo indicó la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza. Asimismo, se contempla la extensión de cobertura de las vacunas contra la influenza para los niños hasta los 10 años y de sarampión para los menores de 2 a 6 años.
La importancia de prevenir la varicela
El doctor Pablo Vial, infectólogo de Clínica Alemana, explica que “la vacuna es altamente efectiva. Cuando se utiliza una dosis se previene el 92% de los casos, y al 8% de los niños vacunados que les da varicela les da muy suave”.
Según Vial, las complicaciones de la varicela en niños que tienen problemas de defensas podrían ser muy graves ya que “pueden presentar encefalitis (inflamación cerebral que produce dolor y confusión), una varicela hemorrágica o diseminada y neumonías graves, entre otras cosas”. En el caso de los adultos que contraigan la enfermedad, los riesgos son los mismos.
Las vías de contagio de la varicela son tres. Una de ellas es el contacto directo, por ejemplo a través de la saliva; la otra es por diseminación aérea (como la tos o estornudo), y una tercera vía sería por objetos que el paciente haya usado y sean compartidos con otra persona que no haya contraído la enfermedad.
Fuentes: Minsal y Clínica Alemana.
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