Un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile analizó la realidad de 52 pacientes de esta enfermedad, en el contexto de la emergencia sanitaria por el Coronavirus.
La esclerosis múltiple es la segunda causa de discapacidad en jóvenes chilenos y afecta a más de 2.400 pacientes, cifras que van en aumento de manera sostenida según estadísticas del Ministerio de Salud. Esta enfermedad autoinmune del sistema nervioso central se caracteriza por ser crónica e inflamatoria, además de no contar con una cura definitiva.
Frente a la expansión del COVID-19, algunos países suspendieron los tratamientos inmunodepresivos en pacientes con esclerósis múltiple, al considerar que podrían aumentar los factores de riesgo de contagio pues debilitan al sistema inmunológico. En ese contexto, el académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Carlos Guevara, realizó un estudio de seguimiento a un total de 52 pacientes con esta enfermedad.
Luego de cuatro meses de trabajo, el investigador junto a su equipo publicaron un artículo en la Multiple esclerosis AND related disorders. “Teníamos la necesidad de aclarar las consecuencias de esta pandemia en estos pacientes, que son de alta prioridad para el Estado. Muchos tratamientos fueron pospuestos y otros suspendidos, pero llegamos a la conclusión que la principal forma de enfrentar estos pacientes es no suspender los tratamientos, ya que el riesgo es muy alto”, detalló.
Estudios realizados en países desarrollados demostraron que el riesgo de contagiarse de covid-19 en pacientes con esclerosis múltiple era cercano al 1%. En contraparte, la iniciativa del doctor Guevara demostró que el riesgo de sus pacientes llegaba al 10% luego de tres meses. En ese contexto, se analizó el nivel socioeconómico de los afectados, ya que los pacientes consultados pertenecen a estratos medios y bajos del Hospital Clínico de la U. de Chile. Esto permitió concluir que la esclerosis múltiple no conlleva más riesgos de contraer coronavirus en comparación al resto de la población, pero sí pertenecer a un sector vulnerable y no poder cumplir con la cuarentena. Estos resultados serán presentados en el Congreso Ectrims en Washington en septiembre del 2020.
En este escenario, Guevara sostiene que los esfuerzos del gobierno deben centrarse en las familias de bajos recursos. “Ellos tienen que seguir trabajando y no pueden guardar una cuarentena. Nosotros fomentamos que el Ministerio de Salud se haga cargo de los pacientes con inmunodepresión y les garantice el teletrabajo a aquellos que pueden hacerlo. A quienes no puedan acceder a esta medida, deben asegurarles los ingresos mínimos para guardar una cuarentena, porque al trabajar seguirán aumentando los contagios”, enfatizó.
Guevara explica que “estas cifras son relevantes porque hemos hecho un seguimiento metódico, cercano y que nos ha permitido plantear una hipótesis relacionada con los aspectos epidemiológicos, en cuanto a la posibilidad de guardar cuarentena para evitar la infección de estos pacientes. Proponemos que los tratamientos no deben ser suspendidos, pues los resultados a largo plazo son bastante buenos y creemos que la tendencia mundial va en esa dirección”, apuntó.
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