Docente Pedagogía Educación Diferencial
Universidad Autónoma de Chile
Estar en cuarentena por la pandemia del COVID – 19, ha afectado significativa y profundamente todas las áreas y dimensiones de la vida humana, todo se ha vuelto un ambiente caótico, donde los padres, niños, niñas, abuelos y familia en general están en casa, realizando labores de hogar, teletrabajo y tareas escolares; y los padres y cuidadores han tenido que reinventar estrategias para que sus hijos e hijas avancen en los desafíos escolares.
Esta crisis nos ha provocado altos niveles de estrés y ansiedad, haciéndose necesario el aprender técnicas de contención que ayuden a enfrentar situaciones diversas ofrecidas por las contingencias.
Una de esas estrategias es organizar los entornos para que los más pequeños realicen las tareas encomendadas, esto conlleva planificar y anticipar actividades, tiempos y espacios, siendo el objetivo de facilitar la tarea a través de rutinas predecibles y certeras. Cuando existen barreras para el aprendizaje y la participación, los desafíos son potentes, por lo que debemos considerar cada avance y no alterar los pasos del aprendizaje, en este sentido algunos consejos pedagógicos puede ser tener una hora de inicio y otras señales de que el día ha comenzado.
También es importante utilizar agendas o calendarios visuales o sonoros que anticipen la rutina a seguir; construir a partir de rutinas antiguas o existentes e incorporar pausas físicas, incluyendo actividades para la motricidad fina/gruesa, actividades con diversas texturas o pausas activas que permitan liberar energía y calmar su ansiedad.
Resulta vital programar descansos para los adultos cuidadores, para aplacar su propia ansiedad; intentar crear diferentes zonas de actividad, espacios libres de obstáculos que interrumpan la movilidad; promover la comunicación social y la independencia personal, aplicando los recursos naturales, como la fantasía o realidades inventadas y aspectos lúdicos; crear y mantener un entorno de acogida placentero o ambiente de seguridad emocional, enseñar sin error, premiar y festejar los logros; y hacer uso de paseos terapéuticos a través de permisos o autorización temporal, en las comunas que lo requieran, pero siempre acompañados por sus padres, para controlar la impaciencia y alejar la violencia.
Todo lo anteriormente señalado, permite contribuir en experiencias positivas para nuestros niños y niñas que viven en espacios confinados y mejorar la calidad de sus vidas.
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