La Encuesta Nacional de Monitoreo Escolar en Pandemia es el primer instrumento que medirá el funcionamiento de los establecimientos educacionales durante la emergencia sanitaria. Se trata de un esfuerzo interinstitucional entre las universidades de Chile y Católica, junto con el Ministerio de Educación, que mostrará resultados cada tres semanas. El objetivo: apoyar la toma de decisiones para los sostenedores, comunidades educacionales y para las políticas públicas.
El 78% de los establecimientos en fase 1 se declara preparado para abrir cuando las condiciones sanitarias lo permitan. Mientras que, de los establecimientos con clases presenciales, la mitad reporta recibir a sus estudiantes todos los días, en su mayoría en jornada reducida.
Estos son algunos de los resultados de la primera Encuesta Nacional de Monitoreo Escolar en Pandemia, elaborada entre el Ministerio de Educación, la Escuela de Gobierno y el Instituto de Sociología de la Universidad Católica y el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, y con el apoyo del Centro de Políticas Públicas UC, la cual respondieron 3.241 establecimientos educativos entre el 19 y 26 de abril.
Este trabajo consiste en un seguimiento tri-semanal que se realizará entre establecimientos educacionales durante la duración de la pandemia para ver qué factores contribuyen al desarrollo de las clases. La encuesta se envía a un universo de 9.450 colegios. El objetivo: saber cómo se está llevando a cabo el año escolar en vista de la incertidumbre por la cual navegan las comunidades escolares producto de la situación sanitaria, y así apoyar la toma de decisiones y guiar las políticas públicas.
“Esta encuesta nos permite escuchar la voz de los establecimientos educacionales y conocer con claridad cómo se están preparando, para volver a las actividades presenciales en forma gradual y segura. Hemos podido apreciar que están en condiciones y expectantes de volver a las actividades presenciales una vez que terminen las cuarentenas. Además, en el caso de los establecimientos municipales vemos cómo existe una disparidad de criterio entre el sostenedor y los directores, que señalan estar en condiciones, pero que no pueden abrir porque el sostenedor no ha tomado aún la decisión”, señaló el ministro de Educación, Raúl Figueroa.
“Este esfuerzo interinstitucional entrega información relativamente real sobre qué está sucediendo, cuando las escuelas están cerradas y están abriendo, qué problemáticas han visto los directores, cómo es el vínculo a distancia y en términos presenciales. Nos entrega información valiosa para conocer esa situación, para definir políticas y estrategias, prioridades, para poner foco y también nos permite identificar buenas prácticas”, explica Juan Pablo Valenzuela, académico del IE e investigador del CIAE de la U. de Chile.
Primeros resultados
Hasta el momento, se han enviado dos encuestas. En su primer reporte, 2.808 establecimientos educativos contestaron el cuestionario basándose en la actividad de la semana del 22 al 26 de marzo e incluyendo clases presenciales y remotas. En ese momento, el 45% de los establecimientos localizados en una comuna en Fase 2 o superior tuvo clases presenciales y no se observaron diferencias sustantivas entre establecimientos urbanos y rurales.
Un segundo reporte refleja el funcionamiento de los establecimientos educacionales entre el lunes 12 y viernes 16 de abril, incluyendo clases presenciales y remotas. El 86,2% estaba en fase 1. De los establecimientos en Fase 2 (o superior), el 47% declaró haber tenido clases presenciales.
“Casi todos los establecimientos educacionales, tanto los que ofrecen clases presenciales como los que no ofrecen, mantienen actividades remotas las cuales principalmente se basan en clases sincrónicas -en tiempo real entre profesor y sus estudiantes- y con materiales en papel, como libros y textos escolares. La única excepción son los colegios particulares que usan plataformas para entregar el contenido de las salas de clases”, explica respecto a la información recabada la profesora de la escuela de Gobierno UC, Susana Claro.
En la segunda encuesta, frente a la decisión de no abrir los colegios, aún estando desde fase 2 en adelante, un 74% de los recintos municipales y el 22% de los subvencionados señala que esto se debe a una decisión del sostenedor, mientras que en el caso en los particulares esta cifra llega a 33% y a 6% en caso de los establecimientos administrador por los Servicios Locales de Educación.
Respecto a los colegios que recibieron estudiantes diariamente, la cifra aumentó de un 35% a un 50% durante ambos periodos en observación, mientras que los establecimientos que alternaron días durante la semana pasaron de 65% a un 50%.
“Esa educación híbrida al mismo tiempo va a seguir complementariamente para algunos y para muchos otros solo será la parte fundamental y en ella se juega gran parte del cierre de las brechas de aprendizaje”, agrega Juan Pablo Valenzuela.
Vínculo con los estudiantes
La encuesta dio cuenta también que en el periodo del 12 al 16 de abril, el 96% de los establecimientos encuestados tuvo clases remotas y el 71% de las actividades remotas fueron clases sincrónicas. Asimismo, la mayoría de los establecimientos mantiene contacto con sus estudiantes sin conexión a través de llamados telefónicos (89%) o entrega de materiales (80%), siendo los textos escolares y aplicaciones para videoconferencias las herramientas más utilizadas para conectarse entre profesor y sus estudiantes.
“Muy importante es el esfuerzo que están haciendo los establecimientos educacionales en vincularse con los estudiantes que no se pueden conectar a las actividades remotas. Por ejemplo, son los establecimientos que se dirigen a la casa de los estudiantes para retomar la vinculación”, explica la académica, agregando que en el tercer reporte esperan además profundizar en las causas por las cuales algunos sostenedores no han podido abrir colegios.
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