El informe elaborado por la casa de estudios muestra un leve repunte, pero los representantes de las áreas que son medidas son cautos en su proyección.
Las cifras publicadas en el último boletín del Índice de Confianza Empresarial Araucanía (ICE Araucanía), elaborado por la Facultad de Administración y Negocios de Universidad Autónoma de Chile, muestran una importante variación, pues la percepción del empresariado de la región ha llevado al indicador a un nivel “levemente pesimista”.
A pesar de esto, la sensación de incertidumbre, pesimismo e inseguridad continúan muy presentes en los gremios.
JUNIO
Humberto Salas, académico responsable de la medición, planteó que en “los dos últimos meses la percepción de confianza ha tenido un avance y se acerca a la misma categoría que tuvo en diciembre de 2020. Durante el mes de junio la confianza alcanzó un total de -9,6 puntos, lo que, en la escala de valores del ICE, corresponde a una categoría levemente pesimista”.
Este cambio se debe principalmente a que, en junio, cinco de las seis principales percepciones del ICE Araucanía, avanzaron. Estas fueron las relativas a la disposición a contratar nuevos trabajadores, la proyección respecto del precio de los insumos, la proyección sobre la situación económica nacional, la proyección en cuanto a la situación del negocio y la relativa a la situación de oferta y demanda nacional. En contraste al resto, la percepción sobre el nivel de Inventarios retrocedió en esta medición.
Respecto a los diferentes sectores que son analizados en la medición, el indicador regional registró avances en los niveles de confianza: Financiero, donde avanzó dos niveles (“extraordinariamente pesimista” a “pesimista”); en Comercio ascendió un nivel (“levemente pesimista” a “neutral”); y en el sector Agropecuario y Forestal donde también avanzó un nivel, (“pesimista” a “moderadamente pesimista”). Por otra parte, la confianza empresarial se mantuvo “levemente pesimista” en los sectores Construcción y Transporte, mientras que en el Industrial se mantuvo “levemente optimista”, registrando entre ellos variaciones marginales al alza, las cuales no fueron suficientes para cambiar de nivel.
ANÁLISIS SEMESTRAL
En este contexto, y dados los cambios que se han generado durante las últimas semanas en el ámbito sanitario y económico, es posible realizar un análisis semestral en torno a lo que ha mostrado el ICE Araucanía durante los primeros meses del año, así como generar proyecciones.
El académico de la Autónoma sostuvo “durante la primera fracción del año tocamos fondo en términos de la confianza en abril; lo positivo es que las mediciones consecutivas muestran un repunte en las expectativas de los empresarios. Esperemos que se mantenga este ascenso, toda vez que si existe mayor confianza será posible proyectar un mejor escenario para el mercado laboral y generación de empleo en nuestra región”.
GREMIOS
Sobre el comportamiento de cada sector, los representantes de cada sector coincidieron que cada uno ha visto una disminución de su trabajo, empleo y desarrollo de sus actividades productivas desde 2019, lo que se acrecentó con la pandemia y la sensación de inseguridad que ha aumentado en la región.
René Insunza, presidente de la Cámara de Comercio Detallista, afirma que la disminución de confianza en su sector vario desde 2019 “producto del estallido social, las bajas ventas, sensación de inseguridad en la zona, lo que va de la mano con los problemas de stock, sobreprecios y problemas de transporte. Creemos sí que vamos a tener un repunte tal como se muestra en el informe, pero mientras no se vea una seguridad para poder traer inversionistas hacia nuestra comuna”.
En la misma línea, Claudia Lillo, presidenta de la Cámara Chilena de la Construcción en La Araucanía, apuntó a la imposibilidad de trabajar seguro. “La falta de empresas aseguradoras que quieran hacerlo con máquinas y empresas de la región, así como con los trabajadores es difícil. Entonces estamos viendo que se nos pide a la construcción ser parte de los que reactiva, pero estamos viendo estos problemas de seguridad que tiene relación directa de las personas, lo que se suma al alza de los materiales y la carencia de mano de obra, claramente tenemos un escenario complejo”.
Andreas Kobrich , secretario ejecutivo de Sofo, no difiere de lo expuesto en el Índice de Confianza Empresarial y agrega lo que hoy más afecta al sector que representa es “la incertidumbre, el pesimismo y la inseguridad”, que se arrastra con el comportamiento de los sectores financiero y transportes, debido al trabajo encadenado que desarrolla el agro-forestal, que se “suma a la migración campo – ciudad, lo cual no permite ocupar los puestos disponibles para trabajar, porque la gente no está dispuesta a enfrentarse a esta situación”
El gremio turístico en La Araucanía se ha visto imposibilitado de funcionar por más de un año y esta situación generó que diversos empresarios tuvieran que recurrir a vender sus insumos para poder enfrentar las temporadas en que nos han podido abrir.
Aníbal Gutiérrez, dirigente de Hotelga, considera que su sector “es como la piedra en el zapato en todo esto, porque nunca podemos reactivar” y resulta “muy difícil hacer un análisis de esta situación, cuando no hemos funcionado”; pero espera que al aumentar el porcentaje de vacunación se pueda retomar la actividad y “a fin de año poder salvar parte de la temporada”.
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