Promover que los niños y niñas desarrollen habilidades socioemocionales en sus primeros años de vidas, es fundamental para su futuro, ya que aprenden a reconocer, expresar y regular sus emociones. Y, a través del “aprender haciendo”, ellas/os vinculan el aprendizaje por medio del juego.
La alianza entre ambas fundaciones busca generar procesos de aprendizajes sobre el desarrollo de habilidades socioemocionales, que potencien el bienestar de las trabajadoras/es y de niños y niñas que forman parte de la institución.
“Es vital que el proceso educativo se inicie en la sala cuna y jardín infantil, ya que – además de su entorno familiar– es el primer espacio donde los niños y niñas desarrollan un vínculo emocional”. Así lo afirma Arnaldo Canales, director ejecutivo de Fundación Liderazgo Chile (Flich), entidad con la que Fundación Integra firmó una alianza que busca promover, por medio de diplomados y talleres de Educación Emocional, procesos de aprendizajes sobre el desarrollo de habilidades socioemocionales, que potencien el bienestar de las trabajadoras/res y de los niños y niñas, que forman parte de la institución.
Considerando la importancia de la educación emocional durante la primera infancia, José Manuel Ready, director ejecutivo de Fundación Integra, señala que para seguir entregando educación de calidad a los niños y niñas que asisten a nuestros establecimientos, “es fundamental contar con el apoyo de expertos que entreguen a los equipos educativos, cada vez más herramientas en el ámbito de la educación socioemocional. Esto les permite incentivar a los niños/as a desarrollar su identidad y fortalecer su autoestima, seguridad y confianza, lo que influye directamente en el proceso de aprendizaje”.
Según Canales lo que vivan los niños y niñas en la primera infancia es vital para el desarrollo de un aprendizaje socioemocional integral. “Por lo tanto, esta etapa tiene suma relevancia, porque es ahí donde los ellos/as logran, a través del aprender haciendo, a vincular el aprendizaje por medio del juego con esta disposición socioemocional”, explica.
Para que esto suceda, debe haber un cambio de paradigma, que nace de la capacidad que tengan los educadores de “desaprender” o despojarse de antiguos esquemas. “La educación emocional hoy día se sustenta en el desarrollo de la neurociencia y en la investigación que se ha hecho sobre el tema, que señala cómo un niño aprende, a través de un cerebro estimulado”, dice el director ejecutivo de Flich.
Es por esta razón que los educadores, en general, tanto en la primera infancia como en la educación básica y media, deben considerar el aprendizaje socioemocional y el desarrollo de sus propias competencias emocionales. “Esto se traduce en el desarrollo de conciencia emocional, regulación, autonomía y habilidades socioemocionales, así como la asertividad y manejo de conflictos, que son esenciales también para el buen trabajo en equipo de las/os educadoras/es”, menciona.
De acuerdo con Canales, la educación emocional puede construir una mejor sociedad, ya que gran parte de los problemas que hoy tenemos en Chile, están asociados a cifras negativas que indican que niños/as menores de 5 años no cuentan con una buena salud mental. “La ansiedad, depresión e hiperactividad, son algunos de los factores que han surgido dentro de los muchos estudios que se han realizado en primera infancia, que demuestran cómo la educación emocional se podría anticipar a la enfermedad. Por ello, nuestro mundo emocional puede aportar -significativamente- en la construcción de una mejor relación y sociedad”, explica.
Mirada integral
Marcela Fontecilla, directora nacional de Educación de Fundación Integra, indica que para los equipos educativos de la institución, la oportunidad de capacitarse en educación emocional ha sido relevante, ya que les ha brindado un nuevo enfoque respecto a la educación parvularia. “Hoy la educación debe ser integral y sin duda, el hecho que las educadoras puedan apoyar a las niñas y niños para que desarrollen competencias emocionales, a ellos/as les abre caminos para que puedan tener un mejor futuro en los distintos planos de su vida”, dice.
En tanto, Berenice Alarcón, directora área social de Flich, manifestó sobre la importancia del convenio que “nos permite estar donde el proceso de aprendizaje inicia y eso es en la primera infancia, cuando los niños y niñas a través del lenguaje y en el compartir con otros/as, aprenden a decir cómo se sienten y también cómo hacen sentir a otros/as; aspectos que requieren cultivarse y que están a cargo de las educadoras y técnicos del nivel de educación parvularia. Desde ese deber surge este convenio, de estar en dónde se desarrolla el proceso de enseñanza”.
La profesional agregó “confiamos en que las educadoras y técnicos de los jardines infantiles de la Fundación Integra son quienes tienen la maravillosa oportunidad de entregar y construir la educación emocional de miles de niñas y niños vulnerables en nuestro país. En esta línea, como Fundación Liderazgo Chile esta alianza nos permitirá estar presente en aquellos espacios en que la primera infancia construirá desde las emociones el aprendizaje, que los hará sentirse bien, vivir en bienestar constante y hacer a otros/as felices”.
Integra pertenece a la Red de Fundaciones de la Presidencia de la República. Con 30 años de experiencia, es la red más grande de salas cuna y jardines infantiles del país con más de 1.200 establecimientos gratuitos, a los que asisten más de 85 mil niños y niñas en todo Chile.
Excelente aporte para las educadoras de Párvulo