La emblemática calle Bulnes de la comuna de Temuco es un espacio en el que confluye gran parte de la ciudad, donde interactúan comerciantes, restaurantes, cafeterías, hortaliceras, escolares, transeúntes, entre otros. Todos ellos actores que le dan vida al centro de la ciudad y que ahora tendrán un paseo moderno, con base en elementos de urbanismo táctico y a escala humana donde la persona será el centro y el foco principal de esta intervención.
Luego de que un tramo importante de esta calle cerrara a partir de la implementación del plan Paso a Paso en la comuna, el municipio vio la oportunidad de hacer realidad la idea de un proyecto que integrara distintos ejes para finalmente rescatar este espacio. Y hoy, tras meses de trabajo liderado por el jefe comunal, Roberto Neira, se llegó a importantes acuerdos con hortaliceras, comerciantes y otros actores sobre cómo poder desarrollar este proyecto con la mirada de todas y todos ellos.
Es así, como se dio paso al proyecto que, a través de una activa participación ciudadana, busca cambiar la cara del centro de Temuco.
‘’Nuestro objetivo como Municipalidad es darle vida al paseo. Lo que nos motiva y nos mueve de este proyecto, es que busca dar pertenencia cultural a la ciudadanía, integraremos seguridad, daremos movilidad para los peatones, además del ordenamiento del comercio y el reconocimiento de las hortaliceras’’, explicó el alcalde Roberto Neira.
La primera etapa de este proyecto piloto tiene por nombre “Construcción módulos hortaliceras, diseño y ejecución urbanismo táctico eje Bulnes entre Claro Solar y Diego Portales” y considera distintas estrategias de intervención: seguridad vial, integración espacial y paisaje urbano, mobiliario para la vida urbana y finalmente, la puesta en valor del patrimonio, todas enfocadas en la ciudadanía y en mejorar la experiencia del uso de este espacio público.
El diseño del eje Bulnes contempla una intervención aproximada de 14 cuadras desde el Cerro Ñielol hasta la Isla Cautín en un periodo de 620 días. Para esta primera etapa, se trabajará en el programa piloto de este proyecto, es decir, se avanzará con el reordenamiento del centro de Temuco, estableciendo un espacio para los módulos de las hortaliceras, terrazas para el comercio establecido y mobiliario urbano, todo esto en una extensión de dos cuadras.
Durante la primera instancia, se estima un plazo de cuatro meses, de los cuales serán 30 días de diseño y 90 días de ejecución, con una inversión de $295 millones de pesos.
Ricardo Toro, director de Secpla indicó ‘’este es un proyecto que el alcalde nos ha encargado como prioridad para descongestionar y darle un valor a nuestro centro de Temuco, en donde hoy se inicia esta etapa de ir conquistando este Paseo Bulnes’’. Lo más importante es que es un eje que tiene una visión a partir de la escala humana, en este caso, es el peatón el que toma mayor relevancia.
Para la definición de los detalles de esta intervención, el proyecto contempla la participación ciudadana como un eje fundamental en el diseño, por lo que el día lunes 30 de mayo se desarrolló un taller encabezado por la consultora que adjudicó el proyecto y el municipio de Temuco, al cual asistieron dirigentes y personas vinculadas al comercio ambulante, artesanos, comerciantes, locatarios, carabineros y taxis colectivos, entre otros. Rafael del Solar, quien está a cargo del restaurante Premium, expuso ‘’esperamos que sea un punto de atracción y turismo para la comunidad, mientras sea todo homogéneo, le da un toque mucho más bonito a la ciudad y sobre todo, al paseo’’.
El patrimonio cultural dentro del proyecto
Javiera Baeza, asesora de Folil Mapu y Keyu Zomo Wen, comentó ‘’esto nos va a permitir tener una ciudad más inclusiva, atractiva y más bonita, pero sobre todo, una ciudad con mirada a futuro’’. Y con esto, uno de los puntos que más se destacan de este eje para el Paseo Bulnes, es la creación de un espacio para las hortaliceras Mapuche, quienes ahora tendrán a su disposición 13 módulos, donde cada uno tiene cuatro espacios de trabajo en los que podrán instalarse para vender sus productos.
Este diseño, se definió en acuerdo con dos agrupaciones de hortaliceras: Folil Mapu y Keyu Zomo Wen, quienes decidieron que los módulos tengan la apariencia de un wanco, banco que pertenece a la cultura Mapuche y que es utilizado para distintos quehaceres. De esta misma forma, el reordenamiento de este paseo incluye distintos elementos de la cultura indígena de la región. ‘’Es muy importante que se nos considere y que se pueda dignificar este trabajo patrimonial, porque una ciudad de futuro no puede dejar atrás lo que tiene que ver con su identidad, patrimonio y memoria’’, agregó la asesora Javiera Baeza.
Esto promueve de manera más vibrante la inclusión de las hortaliceras, de sus productos, del comercio establecido y de la ciudadanía en sí, ya que tiene un escenario multicultural que incluye elementos propios del patrimonio local y su historia, lo que podrán llevar a este paseo a convertirse en símbolo del desarrollo de un urbanismo para mejorar la convivencia local.
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