Entre árboles nativos y cielos que se doblegan ante el clima, los primeros días de diciembre podremos vivir el estreno de un documental que busca dar rostro de mujer al Autismo.
Fue en junio de 2021 cuando Constanza Figueroa (34) recibió su diagnóstico de autista. Mujer, adulta y madre, la periodista de profesión llegó a su propio diagnóstico tras finalizar un camino transitado junto a su hija. “A través de la búsqueda del Autismo en ella, y con la poca información que había sobre Autismo y mujeres, me di cuenta que había muchas adultas que estaban en el espectro sin saberlo”, explica, “y yo era de una ellas”.
Durante el proceso vivido junto a su hija de seis años, la comunicadora comenzó a dar explicaciones a los puntos grises en su vida: el aislamiento, el poco filtro, la dificultad de mirar a los ojos, entre otros comportamientos que explicaban un Autismo al que Constanza llegó casi por accidente.
La experiencia vivida por la hoy directora de la cinta “Extraordinarias: Unidas en la Neurodiversidad”, es la de muchas más. “El documental nació como una necesidad, como un grito de auxilio, de tener mayor información respecto al Autismo en mujeres”, explica Figueroa “y la falta de información no solo ocurre en la infancia, sino que también en la adolescencia y la adultez”.
La pieza, que tiene fecha de estreno para diciembre de 2022, nació como una manera de darle un rostro femenino y adulto a esta condición, algo que en la comunidad neurodivergente ya no pasa desapercibido.
Representación
En Latinoamérica, los estudios que se han realizado han situado al Autismo, principalmente, como una condición infantil y masculina. Lo mismo ocurre con estudios europeos, continente que guarda una cantidad considerablemente mayor de estudios enfocados en demarcar el espectro.
En Chile, por otra parte, la información es tan escasa que ni siquiera existe un catastro definido y que sirva de insumo para políticas públicas. “Todas las mujeres autistas lo pasan pésimo en la sociedad contemporánea”, asegura el productor de la película, Wladimir Riquelme (30), quien también recibió su diagnóstico siendo adulto, “hacemos el documental para que todas y todos nos encontremos en las vidas de las Extraordinarias, nos cuestionemos qué (no) hemos hecho y aportemos a la transformación para vivir mejor”.
“Hoy hablo por mí y me represento a mí, ni siquiera a mi hija, porque cada Autista tiene su propia voz” asegura Constanza, aclarando que los casos que se presentan en el documental son “solo un porcentaje de realidades. Intentamos abarcar la mayor diversidad posible de historias, pero es solo un porcentaje”.
El largometraje forma parte de uno de los proyectos financiados por el programa Ciencia Pública del Ministerio de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación para este 2022.
Activismo Autista
Cuando el equipo es consultado sobre activismo y sobre cómo este producto conversa con las manifestaciones políticas y sociales realizadas por distintos agentes que han visibilizado el Autismo durante los últimos años, el productor asegura que el trabajo del documental va más allá.
“Más que activismo, en una búsqueda de identidad”, explica. “Vamos por la otra vertiente, la experiencia a través de los contenidos, debate, conversación y, sobre todo, la visibilización. Eso es lo que buscamos, visibilizar la vida de las Extraordinarias”.
“No me gusta llamarle activismo”, agrega Figueroa, “es más un divulgar desde la experiencia, desde la persona, esto es lo que me ocurre a mí, lo que yo vivo, es lo que le pasa a mi hija autista y que puede pasarle a uno o puede parsarle a otro”.
El documental espera ver las salas durante los primeros días de diciembre, momento clave en el que el largometraje dará curso a un extenso calendario de exhibiciones que no solo busca difundir el producto, sino también generar conversaciones allí donde se necesita. “Un tirón de orejas a profesionales de la salud mental en Chile”, confiesa la directora, “que están muy poco actualizados existiendo incluso las instancias para que puedan actualizarse y que no son tomadas”.
¿Qué podremos ver en el filme? “Es un documental sureño. Esperamos transmitir olor a azumagado, frío otoñal y sabor a fruto de arrayán”, explica Riquelme, retratando las imágenes en las que nos sumergirá el largometraje. “Y verse reflejadas en las historias o directamente sentir incomodidad. Eso esperamos. Es un documental realizado desde y para autistas que gritamos para que nos reconozcan, respeten y aprendamos a compartir”, finaliza.
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