Ronald Dale Harris es un programador de computadoras que formó parte importante en la Junta de Control de Juegos de Nevada en la década de los 90’s. Su rol en dicho organismo era el de encontrar fallas en los softwares que las maquinitas de los casinos ejecutaban en aquella época. Al ser una tecnología muy primitiva, Harris tenía mucho trabajo y aprovechó su poder para llevar a cabo las prácticas que te contaremos más adelante.
La realidad es que iba todo perfecto hasta que se dejó llevar por sus instintos fraudulentos, modificando ilegalmente ciertas tragamonedas con el fin de que abonen sumas muy grandes si se le establecía una cantidad de monedas determinada con su respectiva secuencia.
Inicio y fin
Desde comienzos del 1993, Ronald y su cómplice estuvieron 2 años robando miles y miles de dólares de varios casinos de Las Vegas sin levantar ni la más mínima sospecha, llevando a cabo una estafa histórica que entró directamente entre las más rentables en la historia de los casinos estadounidenses.
Todo acabó cuando McNeal, su socio en el fraude, fue a cambiar un ticket ganado en tragamonedas 3D de mucho dinero en el Bally’s Atlantic City Casino Hotel. En ese momento, las autoridades sospecharon de la gran cantidad de suerte que había tenido y no tardaron en contratar investigadores para ver qué había pasado. Al hacerlo descubrieron la trampa y Harris fue enjuiciado y sentenciado a 7 años de prisión efectiva. No obstante, gracias a que no era una persona conflictiva salió 2 años después de entrar a la cárcel.
Hoy en día vive tranquilamente en Las Vegas y, a sus más de 70 años de edad, continúa en el libro negro de la Junta de Control de Juegos de Nevada. Al ubicarse allí está prohibido su acceso a casinos. En caso de que te haya interesado la historia, cabe destacar que History Channel hizo un capítulo al respecto que se encuentra en internet.
El código trampa
Debes saber que los ingenieros cumplen el rol de acondicionar los tragamonedas 3D, por lo qué cada casa está expuesta a que las intenciones de las personas especializadas sean fraudulentas y extraigan dinero por izquierda sin que se entere el casino. Aunque es verdad que son auditadas periódicamente para evitar justamente esta práctica, lo cierto es que algunos pocos son tan buenos para fraguar que pasan desapercibidos.
Otros tramposos muy famosos
A partir de su elevado IQ, el listado de célebres tramposos que te contaremos a continuación lograron derrotar al casi siempre invencible casino. “La casa siempre gana” es una de las frases más conocidas del ámbito, pero un mínimo porcentaje de jugadores se salieron con la suya e hicieron historia.
Tommy Carmichael
Más de 40 años estuvo Carmichael sacando dinero de tragamonedas de Las Vegas gracias a un accesorio que le dio uno de sus amigos. En el 1985 lo arrestaron y aprisionaron, lo que en realidad fue contraproducente porque tuvo tiempo de sobra para idear un plan cuando salga de la cárcel. Así, recuperó su libertad 6 años después y vació tragamonedas con su nuevo método.
Cuando empezaron a desaparecer las tragaperras mecánicas y comenzaron a surgir las electrónicas, Carmichael se reinventó y creó la varita luminosa. Este dispositivo hacía que entreguen grandes premios cuando era insertado en el orificio apropiado. Como curiosidad, alquilaba sus inventos a varios tramposos por unos 10 mil dólares al día.
Richard Marcus
El tramposo Richard Marcus no tenía propiedades en Las Vegas pero rápidamente halló empleo de dealer de BJ y Baccarat. Esta fue la puerta de entrada a los casinos para comprender cómo funcionaba todo y elaborar un complejo modus operandi. Al pasar el tiempo, fue capaz de probar la estafa que estuvo diseñando que dependía de la distracción del dealer.
El truco
El hábil estafador colocaba tres fichas: dos de 5 dólares encima de una de 500 dólares. Si la apuesta era vencedora, dejaba la ficha de 500 para que le fuese pagada, pero si perdía, cambiaba la de 500 por otra de 5 y recuperaba la ficha alta. Funcionaba muy bien tanto en 21 blackjack como en la ruleta, pero cuando lo descubrieron le prohibieron la entrada a casinos. A día de hoy aconseja a otros tramposos en su página web.
Según dicen, el método le funcionó varios años.
Ida Summers
Ida era una hermosa mujer que ayudaba a sus socios en aquellas jugadas que implicaban distraer a un dealer o jefe de sala, pero además de eso, también podía crear sus propios trucos sin mayores dificultades. Recibió el mote “la buscona de Las Vegas” y en la década del 60’ reemplazaba cartas por mazos armados para que el dealer pierda continuamente. Al tiempo sospecharon que ganaba siempre y la llevaron a juicio, pero la sentencia fue conmutada y salió en libertad condicional.
Las malas lenguas dicen que en realidad se salió con la suya gracias a sus encantos femeninos útiles para cautivar al jurado tal y como funcionaban en las estafas a casinos.
Louis Colavecchio
Este caso es de los más complejos de la lista porque Colavecchio dedicó parte de su vida y conocimientos a falsificar las monedas que las tragaperras usaban. El experto italoamericano reprodujo miles y miles de unidades monetarias de nulo valor que funcionaban genial en las maquinitas.
Tras realizar auditorías en varios casinos y notar el excedente de monedas falsas que había, lo apresaron. En el año 2006 recuperó su libertad y volvió a caer preso, pero para evitar la condena contó los secretos de la falsificación y ayudó a evitar futuros trucos que sigan perjudicando a los casinos.
Dennis Nikrasch
Otro de los grandes tramposos era Nikrasch, alias “Dennis McAndrew”. A día de hoy es considerado uno de los estafadores de casinos más exitosos de toda la historia. Comenzó sus andadas en los 80s al forzar pagos de máquinas gracias a su conocimiento en cerrajería. Cuando lo descubrieron lo arrestaron inmediatamente pero allí, al igual que Carmichael, tuvo todo el tiempo para crear nuevas estrategias y ponerlas en práctica. Cuando lo liberaron, la tecnología había cambiado y también su metodología.
Al salir en libertad reclutó un equipo para que lo tapen de las cámaras y siga abriendo máquinas como hacía anteriormente. Al hackear el microchip de las tragamonedas, iba a jugar otro sujeto de su banda y se llevaba el jackpot. Sus métodos nunca fueron revelados y volvió a ser arrestado cuando un miembro del equipo lo traicionó y contó a las autoridades lo que estaba pasando. A día de hoy todavía no se sabe cuánto ganó.
Dejar una contestacion