En alianza con CMPC, vecinos del sector de Quetrahue, en la comuna de Lumaco, desarrollaron un biofertilizante único en Chile a partir de residuos forestales, con proyección de comercialización local.
Su primera aplicación fue en una siembra en la escuela rural de la localidad, que además funcionará como cortafuego verde.
En un pequeño sector rural, donde el bosque y la comunidad se cruzan todos los días, una alianza entre vecinos y CMPC está dando vida a un proyecto con visión de futuro : la elaboración de un biofertilizante único en Chile , hecho a partir de los residuos forestales que antes no tenían destino productivo.
La iniciativa comenzó con una necesidad concreta: proteger y dar valor a los procesos comunitarios. Por eso, lo primero fue levantar un galpón construido en conjunto entre la comunidad y trabajadores de CMPC , una infraestructura sencilla pero fundamental. En su interior, una chipeadora y otras herramientas permiten procesar los residuos que serán base del nuevo fertilizante natural.
Junto con utilizar biomasa forestal de pino, el biofertilizante que está desarrollando la cooperativa ocupa además aromo y Ulex europaeus, un arbusto abundante en la zona, los que tras un proceso de chipeado, fermentación y compactación, se transforman en un producto con buen nivel de nutrientes.
“Esta es una idea que nació desde los propios vecinos, que buscó aprovechar los desechos del bosque, como restos de poda, sumando al ulex, para transformarlos en un biofertilizante natural. A través del uso de una chipeadora y un proceso de compostaje, esperamos que en seis meses se obtenga un producto final de alto valor”, dijo Juan Pablo Fuentes, subgerente de Relacionamiento Sur de CMPC . “Para CMPC, es fundamental impulsar este tipo de iniciativas, porque no solo promueven el desarrollo local y la economía circular, sino que fortalecen las capacidades de las comunidades desde sus propias ideas”, agregó.
La comunidad espera comercializarlo en un plazo de 6 a 12 meses , una vez superadas las pruebas técnicas necesarias. Pero ya hoy comienza a mostrar resultados. Luis Antileo, presidente de la Cooperativa Agrícola Quetrahue Limitada , señaló la relevancia del trabajo colaborativo con CMPC para lograr este fertilizante natural: «Lo valioso de este proyecto es que nació desde nuestras propias comunidades, con el objetivo de generar trabajo local y crear un fertilizante que devuelva vida y nutrientes a la tierra. Queremos que este producto llegue a nivel nacional y sirva a todo tipo de agricultura. Me parece excelente el trabajo que estamos realizando junto a CMPC, una empresa que cumple un rol clave aquí en la comuna de Lumaco».
Educación, prevención y tierra fértil
Como una forma de aplicar el nuevo producto, se realizó una siembra de habas en la Escuela de Quetrahue , con la participación activa de los estudiantes y apoyo técnico de CMPC. Esta siembra no solo busca enseñar un cultivar, sino que también tiene un propósito mayor: convertirse en un cortafuego verde durante la temporada estival.
Los estudiantes aprendieron sobre el uso del biofertilizante, el cuidado del suelo y el valor de producir desde lo local, generando un vínculo concreto con su territorio y con la naturaleza que los rodea.
Patricia Castillo, profesora encargada de la escuela de Quetrahue , señaló que esta siembra «permite que nuestros estudiantes valoren y aprendan a cuidar la tierra que habitan. Ellos viven aquí, y hoy están aprendiendo a producir sus propios alimentos saludables para el futuro. A pesar del barro y el esfuerzo, se les ve felices trabajando, y eso es lo más valioso. Estamos muy agradecidos de esta actividad y del compromiso de CMPC con las escuelas rurales como la nuestra».
Este proyecto no solo es un avance en sustentabilidad y economía circular , también es una muestra clara de cómo el trabajo conjunto entre comunidades y empresas puede generar soluciones innovadoras, con impacto ambiental, educativo y productivo .
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