Con la participación de dos de los tres profesores que desaparecieron el pasado sábado durante un ascenso al Volcán Llaima, y que fueron hallados cinco días después, el Gobierno realizó este mediodía en el Club Aérero de Temuco, una ceremonia presidida por el Intendente (s) y Ejecutivo del Gobierno Regional de la Araucanía, Erich Baumann, en la cual se reconoció a 11 instituciones y personas que participaron en las labores de búsqueda y rescate.
Durante su discurso, el Intendente (s) y Ejecutivo del Gobierno Regional de La Araucanía, Erich Baumann, dijo que la idea era reconocer en forma pública el valor de aquellas instituciones que se comprometieron, más allá de sus funciones, con las labores de búsqueda de los profesores Miriam Muñoz Aguilera, José Carvajal Figueroa y Silvio Mellado Quintana. Estos dos últimos, fueron dados de alta durante la jornada, y junto a familiares y amigos, concurrieron al acto.
“Gracias al trabajo desplegado en forma coordinada durante cuatro jornadas por los diferentes equipos de rescate en las laderas del Volcán Llaima, estos docentes pudieron ser hallados, estabilizados y trasladados en forma oportuna al Hospital Hernán Henríquez de Temuco, a pesar de las adversas condiciones climáticas que se presentaron en forma mayoritaria desde que se alertó de su desaparición”, expresó la primera autoridad regional.
“Nosotros siempre somos buenos para criticar y nunca nos damos el tiempo para agradecer y esta era una instancia para que tanto Silvio como José, ya dados de alta, pudieran juntarse justamente con sus rescatistas y poder agradecerles en persona, y poder entregarles este pequeño reconocimiento”, afirmó el Intendente (s).
“Siempre hay que dar gracias, no solamente a las personas, sino también como ellos, profundamente creyentes, también dar gracias a Dios, la verdad es que esto fue una odisea, y estos momentos de tanta tensión, también ayudan a unir a tantas personas”, añadió Baumann.
Los reconocimientos, fueron entregados al Grupo de Operaciones Especiales de la IX Zona de Carabineros Araucanía, a la Patrulla de Rescate de Montaña del Regimiento Tucapel de Temuco, al Cuerpo de Socorro Andino, a la Patrulla de Búsqueda de Montaña de la Conaf Araucanía, a los cuerpos de bomberos de Curacautín y Vilcún, a la Unidad de Emergencia y Desastres de la Seremi de Salud de La Araucanía, a la ONG K-Sar Chile, al destacado montañista José Córdoba, al Equipo de Búsqueda Especializada y Reacción Inmediata, EBERIA, a la Municipalidad de Vilcún y a la Dirección Regional de la Onemi de La Araucanía.
LA VOZ DE LOS PROFESORES RESCATADOS
Al término del acto, llegó el momento del encuentro y el diálogo entre Silvio y José con las autoridades y rescatistas. El primero en hablar fue José Carvajal, quién dijo que sin el apoyo logístico se habría hecho mucho más difícil esta búsqueda, y recordó que se generó un claro que duraría una media hora, momento en que fueron ubicados, tras lo cual otra vez se cubrió todo de niebla.
“Teníamos la convicción de que si teníamos fe y estábamos abrazados dándonos calor unos con otros, podíamos salir de ahí. Todo fue muy angustioso, y yo siempre he llamado a esto, que es primera vez que me ocurre en 35 años de montañismo, un infierno; nosotros volvimos de un infierno,”, aseveró el docente.
“Una alegría infinita de mirar a todos los rescatistas, de mirar a las autoridades de acá de la Novena Región, de conocerlos, una alegría inmensa gradecer a los medios de prensa que estuvieron muy preocupados informando de nuestra situación”, expresó emocionado José Carvajal.
Por su parte, Silvio Mellado indicó que hubo dos factores determinantes para salir con vida, el primero, la prudencia para esperar pacientemente el momento oportuno para volver al punto en donde se perdieron, que estaba a 8 horas de camino desde donde comenzaron el descenso una vez que se dieron cuenta de su situación crítica, y en segundo lugar, la oración.
“Yo nunca perdí la fe, pero sí la esperanza, a diferencia de mis compañeros debo reconocer que perdí en muchas oportunidades la esperanza, y con Miriam al menos, dijimos, aquí esto no va más, hay que seguir esperando algún milagro.”, recordó Silvio Mellado.
“Hoy día vemos quienes estaban atrás de nosotros, apoyándonos emocional y físicamente y fue muy bonito conocer a personas que me han nombrado muchas veces, conocer en persona los rostros de las personas que estaban detrás de nuestra búsqueda; infinitas gracias porque yo creo que tanto las instituciones organizadas como los particulares fueron más allá del deber moral y cívico, entonces eso es importante, hay gente que se sacrificó y es muy bonito”, agregó el profesor.
“Como dijo (José) Ernesto en su exposición, nosotros teníamos dos grandes preocupaciones una no más grande que la otra, uno, salvar nuestras vidas, y la otra era nuestras familias, la preocupación que estaríamos dejando a nuestras familias porque en el peor de los casos, finalmente si el desenlace hubiera sido fatal, la muerte termina con nuestro sufrimiento, pero a quienes dejamos con vida, a quienes sobrevivimos, quedan con el sufrimiento eterno, entonces fueron momentos muy difíciles”, recordó Mellado.
SUPERVIVENCIA
“Hicimos uso del recurso lo más que podíamos, lo poco que teníamos lo aprovechamos al máximo, como decía mi compañero, hicimos guateros con la orina, porque es la única posibilidad de conseguir algo tibio, caliente, era la orina y eso había que aprovecharlo, y sirvió mucho, cuando la temperatura bajaba extremadamente con viento y lluvia”. (Silvio Mellado).
“Al límite, empleamos mucha fe, teníamos la convicción de que si teníamos fe y estábamos abrazados dándonos calos unos con otro podíamos salir de ahí”. (José Carvajal)
“Estrategia, bueno, estábamos abrazados soportando lluvia, viento y nieve, todo el tiempo estuvimos con hipotermia, pero nos mentalizamos (…) que no había frío, que no había frío, hasta incluso empleamos recursos extremos porque como estábamos al lado de los arroyos naturales producto de la lluvia, como tomábamos mucha agua, también orinábamos mucho, esa agua se la pasábamos a nuestra compañera, Miriam Muñoz (en una botella), para que se calentara y obviamente después lo botábamos y de esa forma, con mucha estrategia, lo conversamos, y todos unidos, a veces nos turnábamos, con Silvio que pasaba media hora al medio, y yo pasaba media hora al medio y Miriam pasaba media hora al medio, o sea la idea era no enfriarnos y darnos calor con nuestros propios cuerpos”. (José Carvajal)
“Yo siempre confié que el tiempo iba a abrir y tendríamos un claro para salir de la quebrada donde estábamos, realmente fue un milagro que es claro se produjera y felizmente gracias a eso nos hallaron”. (José Carvajal)
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