Los chilenos han ido cambiando sus gustos y preferencias por los vinos. En los últimos años, hay variedades y cepas que han ganado terreno, mientras que otras han ido perdiendo importancia. Así también, los estilos de vinos han ido evolucionando hacia vinos más frescos, con menos alcohol y menos tiempo en barrica.
Aunque el “Cabernet Sauvignon” sigue liderando las preferencias, su consumo ha ido disminuyendo en la participación total, abriendo un mayor espacio para a otras cepas y a los espumantes.
Así lo demostró una encuesta realizada por la Asociación Chilena de Sommeliers y Viña Ventisquero, que identificó los principales cambios y tendencias en el consumo de vino en nuestro país.
Una de las cepas que ha ido creciendo en importancia es el Carménère, que hoy es la segunda cepa tinta más cotizada, después del Cabernet Sauvignon. Por otra parte, el Merlot, que antes ocupaba el segundo lugar, ha ido perdiendo importancia en los últimos años.
En los vinos blancos también se pueden ver diferencias importantes. El Sauvignon Blanc se ha posicionado como el favorito, desplazando al Chardonnay, que hace 10 años lideraba las preferencias.
Estilos de los vinos
Según la encuesta, los vinos más frescos, con menos alcohol y con menos influencia de la madera han ido ganando cada vez más adeptos en Chile.
El enólogo de Viña Ventisquero, Felipe Tosso, confirma que estos resultados van en línea con la estrategia de las viñas de privilegiar la elaboración de este tipo de vinos, siguiendo las tendencias y preferencias de los consumidores.
“La tendencia de la industria ha sido disminuir el tiempo que permanecen los vinos en barrica, para que éstos expresen su origen de manera más auténtica, en vez de resaltar la madera. Esto se puede ver especialmente en el público más joven, que hoy prefiere vinos más frescos y también con menos porcentaje de alcohol”, afirma Felipe Tosso.
Por otro lado, el Vicepresidente de la Asociación Chilena de Sommeliers, Ricardo Grellet, apunta a una sofisticación del público chileno.
“Hoy en día, tal como la oferta se diversifica aparecen consumidores cada vez más educados en cuanto a reconocer los distintos niveles de calidad. La preferencia de los consumidores también ha girado hacia el probar de todo, logrando que la mono preferencia, ya sea en términos de marca como de cepa, sea casi un sinónimo de falta de cultura”, afirma Ricardo Grellet.
Aunque los ensamblajes han ido aumentando en el tiempo, los consumidores nacionales siguen prefiriendo los vinos monovarietales, es decir, los que tienen una sola cepa preponderante.
Si se clasifica por género, los hombres chilenos en general se inclinan por los tintos secos mientras que las mujeres, por los espumantes.
El consumo de vino varía según la ocasión. En invierno, los preferidos son los tintos secos, con más cuerpo, especialmente el Cabernet Sauvignon. En cambio, en temporada de verano, los chilenos tienden a inclinarse por tintos ligeros como Pinot Noir, blancos, rosados y espumantes.
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