Doctor Roberto Prado, Cirujano Estético
En esta época del año, es común que un importante sector de la población comience a preocuparse más por su figura con el objetivo de perder esos kilos de más y así estar en mejores condiciones para el inicio de la temporada estival. El aumento de las temperaturas no sólo es sinónimo de vestimenta más ligera, sino que además conlleva a que muchas personas, en especial mujeres, utilicen alternativas no tan saludables con el objetivo de lucir una mejor figura.
Una de las alternativas que ofrece el mercado es la utilización de fajas modeladoras o reductoras, que son básicamente prendas confeccionadas con materiales especiales y cuyo objetivo es “amoldar” ciertas zonas del cuerpo por medio de la compresión selectiva. Si bien, pueden tener un efecto espectacular mientras se utilizan, dicho resultado no se mantiene en el tiempo, a pesar de que quienes las recomiendan aseguran que con su uso las adiposidades se “reacomodan”, o que por el aumento de sudoración logran disminuir acumulaciones de grasa, y otros mecanismos que en la realidad ocurren en un grado muy mínimo como para que sea algo significativo.
Por el contrario, su uso prolongado conlleva más desventajas que ventajas, tales como un aumento de la presión abdominal, con la consiguiente compresión de órganos internos y del retorno venoso desde las extremidades inferiores, lo que se puede traducir en edemas y problemas circulatorios como trombosis o agravamiento de patologías como la incontinencia urinaria y malestar abdominal por compresión gástrica.
Además, puede generar problemas respiratorios debido a la compresión del diafragma, que es un músculo intraabdominal que apoya la respiración; compresión inadecuada de nervios, principalmente en las extremidades, debido a diseños no personalizados que pueden provocar síndromes dolorosos.
Sin embargo, hay que diferenciar estas prendas de las fajas postquirúrgicas, las que sí cumplen un objetivo terapéutico y que son proporcionadas a través de indicación médica y utilizadas bajo supervisión profesional.
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