· RESIDUOS. Iniciativa contribuiría a mitigar los gases del efecto invernadero en rellenos sanitarios, aguas servidas o en industrias como la agropecuaria. Además, y como subproducto, es posible generar electricidad, la que puede incluso conectarse al Sistema Interconectado Central (SIC).
· TRABAJO. Eventuales obras destinarían mano de obra local para instalar una planta de biogás. Actualmente, la empresa Finning ya tiene en funcionamiento plantas que operativas en Argentina y Chile.
La tendencia mundial es contribuir con energías más limpias y disminuir los actuales niveles de contaminación presentes en las principales urbes de Chile, lo que incluye a La Araucanía.
Para ello, Finning estableció un diálogo abierto con varios actores relacionados y presentó “Generación de Biogás”, evento que analizó la posibilidad de contar con este elemento en el corto-mediano en La Araucanía.
En efecto, la iniciativa busca contribuir en mitigar los gases de efecto invernadero, a través de motores que utilizan gases que se generan en la descomposición residuos de rellenos sanitarios, de desechos orgánicos, de aguas servidas o desechos provenientes de la agricultura, por mencionar algunas industrias. Al mismo tiempo, esta actividad genera corriente eléctrica, la que podría utilizarse para el autoconsumo como para inyectar en el Sistema Interconectado Central (SIC) de Chile.
Esta empresa se encuentra desarrollando proyectos que aprovechen la utilización de residuos que actualmente existen, generando electricidad y adicionalmente mitigando el efecto de la emisión de gas metano a la atmosfera, varias veces más contaminantes que el dióxido de carbono.
“Existe una oportunidad social, económica y medioambiental en una problemática que es el tema de los residuos que se generan en rellenos sanitarios, aguas servidas o actividades agropecuarias, por mencionar algunas. Con estos residuos se puede generar electricidad: eliminas el problema medioambiental y generas un ingreso económico al dueño de los residuos o a quien los genera”, explicó Jorge Barcelona, gerente de desarrollo de negocios y de soluciones energéticas de Caterpillar en Latinoamérica.
ASOCIATIVIDAD Y PRODUCCIÓN
Luciano Pugawko, gerente Industria Energía y Motores de Finning, explicó que este tipo de proyectos, cuya economía tiende a ser de escala, genera mecanismos de asociatividad entre productores.
“Si pensamos en casos de subproductos de industria como granos, carne o leche, son proyectos que tienen un retorno a la inversión en el mediano plazo, son de interés nacional y público, dado el impacto positivo que tienen en el medioambiente y porque integran economías regionales y desarrollo de puestos de trabajo”, dijo.
A esto, hay que sumar que se logra un efecto de mitigación directo de los gases efecto invernaderos, porque el motor quema metano y produce dióxido de carbono que es 15 veces menos contaminante que el metano.
“El subproducto es la generación de energía eléctrica. La fuente más común de energía en Latinoamérica son las fuentes térmicas (gas a base de combustibles fósiles o el carbón), que tienen un impacto en la naturaleza importante”, agregó Luciano Pugawko, gerente Industria Energía y Motores de Finning.
Las plantas también permiten que los productores agropecuarios obtengan valores agregados sobre sus cultivos, debido a que hoy el productos de este rubro siembra, cosecha y vende, donde el precio está fijado por el mercado. Esta iniciativa hace que se le pueda agregar valor a los cultivos, desarrollar economías regionales y hacer que territorios que no tienen potencial de negocio comiencen ahora a tenerlos.
PRODUCCIÓN DE BIOGÁS
¿Dónde está la oportunidad? En las actuales fuentes contaminantes. Una de ellas son los denominados rellenos sanitarios, los que actualmente almacenan los desechos, en su gran mayoría, domiciliarios.
De ahí que actualmente Finning tiene 7 plantas en funcionamiento entre Argentina y Chile con una solución social, medioambiental y económica clara: beneficiar directamente a las comunidades donde se emplazan las plantas y a los pequeños y medianos empresarios de diferentes rubros.
“El biogás requiere un determinado tratamiento que puede ser de secado, de tratamiento de Xiloxano, Sulfhídricos y una vez que se traten y se llegan a ciertos parámetros, se inyecta al motor y se quema como una combustible común y silvestre. El combustible mueve el motor, el motor mueve un alternador y el alternador produce corriente eléctrica”, detalló Pugawko.
Y lo que hacen los motores es transformar combustibles (materiales), tales como los de residuos de rellenos sanitarios, de aguas servidas, de la agroindustria y otros, que puede ser aprovechado en estos motores para generar electricidad. A la fecha, Caterpillar cuenta con miles de megawatts (MW) ya instalados y funcionando en otros países del mundo, y estiman que en La Araucanía existe potencial no aprovechado.
“Al construir una planta hay un impacto en la economía local. De hecho, si no se piensa en una economía regional, estos proyectos no funcionan. En Chile, tenemos actualmente cuatro plantas que utilizan materias primas de fuentes agrícolas y también tenemos plantas que utilizan el gas producido de los rellenos sanitario”, finalizó el alto ejecutivo de Finning.
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