El investigador de la carrera de trabajo social de la UFRO, una de las más antiguas del sur de Chile, plantea que la necesidad de interculturalizar los conceptos que analizan la realidad del pueblo mapuche con miras a potenciar sus fortalezas y disminuir sus debilidades, son parte de un proyecto de investigación denominado “Economía cultural en contextos indígenas, redes de reciprocidad en Vilcún”
En este ámbito, “importante es considerar que hay 5 niveles de organizaciones dinámicas propias de las comunidades mapuches, los que de no ser considerados impiden que el investigador – y la comunidad en general- logren entender que grupos tan vulnerables sustenten tradiciones que implican un alto costo económico, como son por ejemplo los funerales de un lonko, que tienen un costo de inversión de entre los 4 a 5 millones de pesos. Dinámicas que son invisibilizadas para el resto de la comunidad y que pueden ser entendidas sólo al interior de una comunidad, donde las redes son las que operan en un alto nivel de desarrollo colaborativo”, señala Tereucán.
Sin embargo, las líneas investigativas son diversas, es así como el docente figura como investigador principal del proyecto Fondef “Turismo de Intereses Especiales para el área de influencia de las comunas de Villarrica, Pucón y Curarrehue”, en el cual “la idea es presentar a la asociatividad familiar y la valoración de los recursos naturales como fuente de un turismo que deje atrás la estacionalidad y se centre en los aspectos de naturaleza, historia y cultura, sin que se confunda con el agroturismo ni con el turismo de tradiciones propias de la cultura”, es decir, no se promueve la creación de rutas turísticas donde ceremonias como el nguillatún sean parte del atractivo sino por ejemplo el lugar donde se realiza esta actividad, indica Tereucán.
A lo que agrega que “el estudio demuestra que el público objetivo son turistas norteamericanos y europeos, que están dispuestos a gastar de entre 5 y 8 mil dólares por este tipo de atractivos, por lo que se hace urgente la creación de circuitos que integren estos elementos, para lo cual tras identificar 50 puntos de atracción se han establecido sólo 9 nodos, como parte de las conclusiones de este proyecto”, sentencia el investigador.
Los desafíos en la formación
En su segundo año de ejecución se encuentra el proyecto Fondecyt en que Tereucán junto a la profesora Sonia Osses, trabajan para la elaboración de estrategias de aprendizajes metacognitivos en estudiantes de 3° y 4° medios de establecimientos de educación pública de las comunas de Carahue, Saavedra, Collipulli y Lonquimay.
Iniciativa que según Julio Tereucán, “trabaja un modelo para la asignatura de biología, donde a través de la implementación de una nueva metodología busca generar cambios de comportamiento individual, liderazgo y participación de los alumnos, siendo el objetivo del mediano y largo plazo, alcanzar un mejoramiento en el rendimiento de estos estudiantes”. Método que podría ser replicado en la totalidad de los establecimientos de la región.
Nutrido panorama investigativo para el área social de la Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humanidades que en los próximos meses se verá refrendado en la publicación de una serie de artículos en revistas indexadas, según adelantó el investigador.
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