Marco Berdichevsky, Vicepresidente de Recursos Humanos de Finning Sudamérica
Las mujeres que hoy se desempeñan en trabajos que culturalmente habían sido atribuidos a hombres merecen una mención especial este 8 de marzo, en que se celebra el “Día Internacional de la Mujer”.
Es el caso, por ejemplo, de las mujeres mineras ya que todas ellas tuvieron que superar las múltiples adversidades que su condición femenina fue encontrando en el camino para insertarse en este mundo laboral que estuvo desde siempre, e incluso por ley hasta 1996, bajo el exclusivo dominio masculino. Fue ese año que se derogó el artículo 15 del Código del Trabajo que estipulaba que las mujeres no se podían desempeñar en“faenas calificadas como superiores a sus fuerzas o peligrosas para las condiciones físicas y morales propias de su sexo”.
El número de mujeres que participan en esta actividad ha crecido más de 40% desde 2006, la participación equivale al 7% del total de la fuerza laboral, según constató el estudio que encabezó la docente Paulina Salinas de la Universidad Católica del Norte y que fue dado a conocer a mediados de 2015.
La meta del Ministerio de Minería, que preside la Ministra Aurora Williams segunda mujer que ocupa dicho cargo en nuestro país, es aumentar al 10% la participación femenina en el sector para lo que el año recién pasado se designó a Cristina Carvallo, encargada de la Unidad de Género del Ministerio de Minería, concluir el «Estudio de Caracterización de la Mujer en Minería: Barreras y Desafíos», el que permitirá hacer un diagnóstico de la situación actual e identificar las barreras que están incidiendo en que la cifra no crezca. En paralelo han comenzado a funcionar las “Mesas Mineras Regionales de Género”, que son encuentros de trabajo público-privada para potenciar estrategias que posibiliten posicionar y consolidar a la mujer en el sector minero en las cuales se han destacado al menos dos desafíos: que las empresas puedan confiar en las mujeres en la toma de decisiones y que los hombres asuman el rol familiar que les compete.
Las empresas por su parte también deben comprometerse, y es lo que viene haciendo Finning Sudamérica que a contar de 2011 integró a las primeras mujeres mecánicos en sus operaciones y un año después las incorporó también en labores de mantenimiento y reparación de partes, por lo que hoy es común poder verlas en las distintas áreas realizando labores como las de soldadoras, técnicas, instructoras técnicas, o representantes de soporte al producto y en todas ellas estas profesionales han destacado por la excelencia, la calidad, el profesionalismo, el compromiso y la entrega aportando un aire nuevo lo que permite afirmar que estas virtudes no tienen género.
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