El 15 de mayo se celebra el Día Internacional de la Familia. Para este año la ONU ha propuesto el lema: Las familias, una vida sana y un futuro sostenible. Y, en su fundamentación, ella nos recuerda que “las familias permanecen en el centro de la vida social, al garantizar el bienestar de sus miembros, al educar y socializar a niños y jóvenes y al cuidar de los pequeños y de los mayores”.
Sugiero aprovechar esta celebración para revisar cómo estamos tratando a la familia en nuestro país. Por ejemplo, ¿cuáles de las leyes aprobadas o en discusión en Chile apuntan en la dirección sana y sostenible para la vida social, es decir, fortalecen a las familias en su tarea central? ¿Qué estamos haciendo para garantizar que las familias puedan educar, socializar y cuidar a sus miembros más necesitados?
En particular, como ha recordado hace poco el Papa Francisco, “la familia protege la vida en todas sus etapas y también en su ocaso.” Por ello, “si la familia es el santuario de la vida, el lugar donde la vida es engendrada y cuidada, constituye una contradicción lacerante que se convierta en el lugar donde la vida es negada y destrozada” (Amoris Laetitia, n. 83).
La mejor reforma, para promover una vida sana y un futuro sostenible en nuestro país, será aquella que respete a las familias y las ayude a permanecer al cuidado de las personas y en el centro de la vida social.
Mauricio Echeverría Gálvez
Director Instituto BERIT de la Familia
Universidad Santo Tomás
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