A los episodios por contaminación del aire producto de la combustión de leña y las bajas temperaturas, se sumó ahora la columna de ceniza del Caulle que se trasladó esta vez a La Araucanía.
Material particulado fino se ha dejado sentir en gran parte de la provincia de Cautín, llegando incluso hasta Temuco por el arrastre de los vientos. El fenómeno que, si bien no es de grandes magnitudes y se percibe levemente, se mantendrá por 24 horas y ha provocado el desvío de los vuelos comerciales hasta el aeropuerto de Concepción por seguridad, pese a que el terminal de Maquehue se mantiene operativo.
Fernando Jil, vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico Andes del Sur (OVDAS), precisó que se mantiene en constante monitoreo el desplazamiento del material volcánico en suspensión; cuya concentración se evidencia mayormente en las comunas de Curarrehue, Pucón y Villarrica, donde es fácil observar ceniza fina en los techos y capos de los vehículos.
Se recomienda evitar la inspiración del material particulado con el uso de máscaras pues, aunque imperceptible, las finas partículas provocan afecciones en el sistema respiratorio.
En lo que se refiere a los volcanes Llaima, Lonquimay y Villarrica se encuentran bajo monitoreo visual e instrumental durante las 24 horas, con lo cual se llama a la población aledaña a estos macizos a no atribuir ruidos subterráneos y vibraciones con posibles erupciones; sino más bien al proceso eruptivo del cordón del Caulle que mediante ondas que son arrastradas por el aire se dejan sentir en Curarrehue, Melipeuco y Lonquimay.
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