Biofertilizantes que evitarán realizar labores de fertilización química nitrogenada, reduciendo gastos y efectos sobre el medio ambiente, es lo que espera desarrollar el Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola, CGNA.
Apoyado con financiamiento del Fondo de Innovación Agraria (FIA) en el proyecto Generación de un biofertilizante mediante el uso de genómica y microencapsulación para contribuir al desarrollo competitivo y sustentable del cultivo de lupino de alto rendimiento proteico en la agricultura familiar campesina del sur de Chile. El CGNA espera generar este innovador producto en un trabajo conjunto que se realizará con el Núcleo Científico Tecnológico de Biorrecursos –BIOREN- de la Universidad de La Frontera; CAMPOCOOP y BioMar Chile.
Bajo la coordinación de la Dra. Véronique Amiard, en el marco de este proyecto se trabajará en la obtención de un biofertilizante específico para el lupino amarillo, compuesto por cepas seleccionadas de bacterias fijadoras de nitrógeno microencapsuladas. Es así como este biofertilizante se aplicará junto a la semilla, permitiendo una liberación prolongada de bacterias que comenzarán a fijar nitrógeno atmosférico en tiempo oportuno. De esta forma, no es necesario aplicar nitrógeno, ya que las bacterias lo harán gratis para el agricultor. Esta será una alternativa a la fertilización nitrogenada tradicional, sin que ello signifique pérdida de rendimiento ni de proteína por hectáreas, con el consiguiente efecto positivo en costos productivos e impacto para el medio ambiente.
El proyecto tiene una duración de tres años. Al inicio se trabajará en genómica y microbiología para identificar cepas de bacterias de acuerdo a su genoma y capacidad de fijar nitrógeno atmosférico, como a su vez se desarrollará un microencapsulado ideal que permita el almacenamiento eficiente del biofertilizante y una liberación de las bacterias en forma prolongada y oportuna en campo. Seleccionadas las cepas y el microencapsulado, se realizarán pruebas de campo para comprobar en las condiciones de los agricultores su efectividad como una alternativa a la fertilización química nitrogenada. Finalmente, se desarrollará un prototipo de biofertilizante que sea escalable comercialmente y se gestionará un emprendimiento que desarrolle el producto para que sus beneficios lleguen a los productores.
El CGNA con 7 años de trabajo tiene como objetivo agregar valor a los cultivos convencionales, utilizando la biotecnología y bioprocesos, con el fin de ser incorporados desde La Araucanía a la industria de los alimentos. Está ubicado en Temuco y fue fundado por INIA y la U. de La Frontera, con financiamiento base del Programa Regional de CONICYT y el Gobierno Regional de La Araucanía.
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