Entre los montes del sector Pumalal en la comuna de Toltén, vive Pedro Pablo Lagos, verdadero amante de la botánica, especialmente de la flor nacional, el copihue.
Beneficiario del programa PRODESAL desde hace dos años, este hombre ha transformado la botánica es su gran pasión, trabajando incansablemente en la reproducción del Copihue, flor nacional protegida y en peligro de extinción.
A través de INDAP, Pedro Pablo ha recibido asesoría técnica para la reproducción de esta especie logrando variedades de blancos, rosados, rojos y tonos salpicados, llegando a una producción anual superior a las 2 mil plantas.
Pedro Pablo posee una paciencia infinita, debiendo espera incluso hasta 10 años para ver florecer sus plantas. Su nombre científico es Lapageria, siendo una especie única en el mundo.
“Se debe tener paciencia infinita con los copihues. Son plantas muy delicadas que necesitan de mucho cuidado y cariño. No es fácil cultivarlas, de todas las plantas es mi favorita. Gracias al apoyo de INDAP, pude formalizar mi negocio. Yo creo que importante es reproducir esta flor nacional en peligro de extinción” sentenció Pedro Pablo Lagos.
“El programa PRODESAL durante este gobierno, ha logrado alcanzar una mayor cobertura, permitiendo que muchos más campesinos puedan recibir la asesoría de INDAP. En el caso de Pedro Pablo, el Copihue es una especie protegida, por lo tanto la reproducción legal de esta planta es un significativo aporte a la preservación natural de nuestra flor nacional” manifestó el Jefe de la Unidad de Gestión Territorial de INDAP, Ricardo Senn.
Desde el año 1977 el copihue se ha considerado oficialmente la flor nacional de Chile. El nombre común “copihue” proviene del mapudungun kopiw o kopiwe que significa “estar boca abajo”. Se cultiva para uso ornamental y su fruto es comestible.
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