El grupo compuesto por 40 personas, entre alumnos, apoderados y profesores, llegó hasta la comuna el pasado sábado 13 de diciembre, con la misión de realizar una serie de trabajos de reparación en la escuela Joel Collio Morales.
Cuando la gran mayoría de los jóvenes de su edad prefieren pasarlo bien en su gira de estudios, los alumnos del tercer año medio del Liceo Bicentenario San Pedro de Puente Alto, decidieron cambiar la vida de los niños de la escuela rural Joel Collio Morales del sector Quilquihuenco en la comuna de Collipulli, implementando una biblioteca y reparando la desgastada infraestructura del establecimiento, en el marco de la denominada “Gira de Estudios con Sentido Social”.
Durante casi cuatro años juntaron dinero pensando en su gira de estudios, los destinos eran variados, podrían haber viajado al extranjero, a la playa, o haber pasado una semana en algún hotel del sur de Chile, sin embargo decidieron trabajar duro e ir en ayuda de este establecimiento, al que asisten en su mayoría niños de origen mapuche.
La decisión que tomaron los alumnos y apoderados, de la comuna de Puente Alto, sin lugar a dudas marcó a fuego los corazones de estos adolescentes, que prefirieron renunciar a la entretención y al carrete y llevar a cabo un trabajo que no estuvo exento de dificultades.
El grupo compuesto por 40 personas, entre alumnos, apoderados y profesores, llegó hasta la comuna el pasado sábado 13 de diciembre, con la misión de realizar una serie de trabajos de reparación en la escuela Joel Collio Morales y de inmediato se pusieron manos a la obra.
LOS TRABAJOS
La habilitación de una biblioteca para los alumnos de la escuela y una nueva oficina para la directora, en lo que antes era una cocina, fue el trabajo más importante que este grupo de jóvenes llevó a cabo. Para ello trabajaron una gran cantidad de meses antes, construyendo el mobiliario que se usaría en la biblioteca.
Sin embargo, realizaron una serie de trabajos adicionales, como la instalación de un nuevo sistema de iluminación para el hall de entrada, donde además construyeron un escenario, también repararon los baños, el portón de entrada, instalaron nuevos arcos en la cancha de futbol y refaccionaron una casa de muñecas, que utilizan las niñas de esta escuela, además de pintar la escuela Nicolás Pérez Cárdenas de la Villa La Esperanza.
En total, 700 fueron los libros provistos para la biblioteca, fundamentalmente de literatura infantil y juvenil, además de material de apoyo docente. Cerca de 5 millones de pesos, fue el costo total de los trabajados que este grupo alumnos y apoderados ejecutó.
EMOTIVA CEREMONIA
Es así que el pasado jueves, el alcalde Collipulli, Leopoldo Rosales, asistió a la ceremonia de entrega de la nueva biblioteca del establecimiento, la que fue completamente equipada con mobiliario y material de lectura, con los recursos que los alumnos lograron conseguir.
En la oportunidad, el edil destacó y agradeció el trabajo de estos jóvenes y señaló que “gestos como estos, donde existen jóvenes que en vez de pasarlo bien deciden apoyar a una escuela de campo, trabajar duro durante muchos meses juntando recursos y preparando los materiales, son las acciones que nos permitirán construir un mejor país para las futuras generaciones”.
En la misma ceremonia, el presidente del Centro de Padres y Apoderados del establecimiento, Enry Bilz, visiblemente emocionado, dijo que “lo que estamos haciendo este día, es el cierre de un trabajo de años. (…) Valió la pena todo el esfuerzo de este último tiempo, el haber pasado frió, el haber trabajado los fines de semana, los bingos, los beneficios. Todo eso se resume en lo que hemos hecho aquí, el ver como esta escuela y sus alumnos cuentan con mejores dependencias, es algo que nos hace sentir que con pequeños gestos podemos impactar la vida de estos niños, que tendrán mejores herramientas para su educación, que es el pilar del progreso de nuestro país”.
Consultado respecto de cómo decidieron apoyar a esta escuela, Bilz comentó que “tuve el honor de vivir en Collipulli cuatro años, por lo tanto conozco las necesidades de la comuna, así que cuando se presentó esta idea a la comunidad escolar, creyeron que la escuela Joel Collio Morales, era la mejor opción, por lo que comenzamos a trabajar muy duro, los chicos en la reuniones de apoderados cuidaban autos, hacían beneficios e incluso trabajaban los fines de semana, todo con la finalidad de conseguir el objetivo”.
“Creemos que todos los niños deben tener las mismas posibilidades, ya sean de Santiago o de una comuna rural del sur de Chile, por ello, pensamos que si había algo que nosotros pudiéramos hacer para ayudar a que ello se cumpla, teníamos que hacerlo”, finalizó Bilz.
AGRADECMIENTOS
No cabe lugar a dudas, que el gran merito de todo este trabajo corresponde a los alumnos, sus profesores y los apoderados, sin embargo, para llevar a cabo su misión, contaron con el apoyo de la empresa privada y de autoridades políticas, donde cabe señalar al alcalde de Puente Alto, German Codina, que les proporcionó el bus, a la empresa Imperial, que aportó con materiales de construcción y Colun, que lo hizo con las colaciones.
También la fundación Amigos por el Mundo, de Disney, que apoya iniciativas emprendidas por niños y jóvenes, aportó con 500 dólares, los que fueron destinados para la compra de pintura.
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