Sin lugar a dudas que Collipulli, esta ciudad, tercera en importancia en la provincia de Malleco, tiene como tantas otras, lugares de esparcimiento y atracción turística, que no tiene nada que envidiarle a otras que desde hace muchos años ya, han confiado una parte de su desarrollo y progreso en la industria sin chimeneas.
Recorrer la ruta hacia Pemehue, ya es un polo de atracción, llegar hasta el valle mismo y cordillera, ya nos trasladamos al mundo maravilloso que nos ofrece nuestra naturaleza; entrar a la Reserva Forestal Malleco, la más antigua de Latinoamérica, es entrar también a ese mundo de tranquilidad que la madre natura nos brinda.
Más cerca de la ciudad, a menos de un kilómetro de la plaza principal, está la “collera” más famosa de Chile, construidas en acero y hormigón; ambas estructuras con un casi siglo de diferencia, son los atractivos y puerta de entrada a la zona, a la región del turísmo, la Araucanía.
Ambas obras inauguradas por dos presidentes que tuvieron un trágico fin; José Manuel Balmaceda en 1890 y Salvador Allende 1973.
En Collipulli una parte importante de su historia está sentada en nuestros edificios patrimoniales Viaducto del Malleco, Convento franciscano San Leonardo y la casona que hasta hace algunos años albergó a la Municipalidad, en donde funcionó por 90 años y en donde se cimentó el progreso y desarrollo de la comuna.
Parte de su historia está también en el Museo Particular Radio Viaducto, en donde se guardan celosamente reliquias fotográficas y elementos usados en los albores de la Patria y de la ciudad.- Se conserva allí la rica historia de esta comuna, nacida en la época en que Chile crecía al sur y en donde fueron asentados colonos, reduciendo a nuestra bravía raza.
Cerca de la ciudad también descubrimos túneles o cuevas que alguien construyó y cuya profundidad en dimensiones no ha sido medida; cuentan que allí, junto al estero Aguas Plomas, se guarnecían las tropas que llegaron a ocupar este territorio indígena.
La gran industria que movió la zona, moliendo el trigo que dio origen a la blanca harina, y que en principio generó la energía eléctrica para la naciente ciudad, ya no existe… mejor dicho se transformó y hoy procesa la avena.
Collipulli desde hace algún tiempo ha iniciado el proceso de mirar hacia el turismo, espera no solo el apoyo de las autoridades, sino que el de todos para coronar con éxito una misión, que se puede alcanzar, que no está lejos.
El turismo natural en Collipulli espera, los collipullenses quieren, no solo mirar hacia el verdor de bosques y plantaciones exóticas, quieren volver un poco a disfrutar del brillo amarillento de sementeras y de las aguas cantarinas de sus ríos y arroyos, con férrea oposición que estas cristalinas aguas, del Renaico, el Mininco y el Malleco, sean intervenidas por la mano del hombre.
El ingreso a las termas de Pemehue, un lugar placentero que ofrece grata estadía, con aguas termales naturales que brotan de la madre tierra.
Administración Reserva Nacional Malleco, la más antigua de Latinoamérica. La gran reserva natural de la comuna.
La “collera” más famosa de Chile, los puentes que cruzan la profunda quebrada en cuyo fondo corren las cristalinas aguas del Malleco.
El convento franciscano San Leonardo, hoy con graves fisuras producto del terremoto de 2010; espera por ayuda para seguir de pie.
Ríos de la comuna esperan a paseantes, no a la industria que los lesionará.
De la gran industria que movió la zona. sólo quedan ruinas… A sólo metros se levantó la nueva, símbolo de los tiempos modernos.
La construcción de la gigantesca obra de acero, fue sin duda el gran salto en el crecimiento del sur de Chile.
La hermosa Plaza Diego Barros Arana, es el living de la ciudad, donde niños, jóvenes y adultos, en época estival disfrutan del gran paseo familiar al atardecer.
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