El pasado sábado miles de padres, apoderados y alumnos salieron en forma pacífica a las calles de todo el país, en clara señal de protesta a la Reforma educacional que ha emprendido el gobierno. Con esto quedó de manifiesto el descontento de aquellos, y el claro atropello hacia la libertad, que el gobierno comete con ésta reforma. No podemos pretender cómo país alcanzar la Calidad en educación, atentando contra la libertad a elegir, de aquellos padres y apoderados, que con esfuerzo pretenden darles la mejor educación a sus pupilos.
Más allá de las críticas mencionadas, existe una arista muy importante en este tema, de la que poco o nada se ha hablado. Cual es, el incumplimiento del gobierno del convenio 169 de la OIT, al no realizar el debido proceso de consulta indígena. Señala el convenio en su artículo 6 que se debe realizar el proceso de consulta cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas que puedan afectar a los pueblos originarios en forma directa. Pues bien, la consulta a los pueblos Originarios debió haberse realizado en forma previa a la tramitación de la mencionada reforma, respetando los principios de buena fe y mediante un procedimiento apropiado, tal como lo señala el actual reglamento de consulta.
La propia presidenta Bachelet a invocado este Procedimiento de consulta indígena para excusarse del nulo avance de sus propuestas en materia indígena, y en entrevista al Diario La Nación, señaló que: "por eso hemos dicho que vamos a cumplir todas las medidas indígenas, pero lo vamos a hacer bien, y por tanto no vamos a mandar el proyecto de Ministerio de Asuntos Indígenas al Parlamento directamente, o el Consejo de Todos los Pueblos, o la Agenda que justamente se hace cargo de los pueblos originarios sin hacer lo que tenemos que hacer que son justamente las consultas con ellos". No nos cabe duda que la reforma a la educación es tan o más importante para los Pueblos Originarios, que un ministerio de asuntos indígenas, puesto que es la educación el factor que más influye en el desarrollo de los pueblos y las personas, y que precisamente afecta en forma directa a los Pueblos Originarios, sobre todo en cuanto a preservación de su cultura, lengua y cosmo-visión, más aún cuando existe una gran diversidad cultural en nuestro país, que vista como un Valor, podría enfocarse en una educación Intercultural, donde prime el respeto de la otredad y la inclusión social, principios tan olvidado por estos días.
Así las cosas, no se ha visto un ánimo del gobierno de llamar a consulta a los pueblos Originarios, en este tema. Lo que anula completamente el derecho de participación de los pueblos originarios. La consulta indígena hoy en día es uno de los pocos medios de participación social y también política que tenemos los indígenas y que nos podría ayudar a preservar nuestra cultura y nuestro pueblo. Creemos que si el gobierno no reacciona, y no llama a consulta indígena esta reforma, de ninguna manera se podría legitimar y mucho menos aplicar a los pueblos Originarios.
Hans Curamil
Coordinador Políticas Públicas, Fundación Chile Intercultural
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