Luego de la denuncia realizada por la Asociación de Consumidores y Usuarios del Sur (CDS) en Contraloría donde se busca dejar sin efecto la licitación adjudicada por el Ministerio de Medio Ambiente a la empresa Amesti, para el recambio de equipos de combustión en Temuco y Padre Las Casas. El principal argumento de la impugnación dice relación con que las que se busca entregar son estufas de tecnología tradicional, que presenta un certificado de emisión del 2012, y que no disminuiría la emisión de material particulado. Al respecto el doctor en Ciencias Aplicadas, docente de la U. de Concepción, Oscar Farías Fuentes, confirmó que la tecnología propuesta para el recambio no representa un avance tecnológico y señaló además que en caso de tener modificaciones debiese haber existido un proceso de medición estándar para los competidores de la licitación.
Farías Fuentes tiene años de trayectoria en investigaciones desarrolladas en la Universidad de Concepción, vinculadas a las transformaciones energéticas y la medición de calefactores a leña, que lo constituyen en una voz autorizada para referirse en todo el sur de Chile, a los procesos de recambio tecnológico y su aporte a la descontaminación atmosférica.
Es más. El experto, también tuvo acceso a la información sobre los modelos de calefactores adjudicados en ciudades del sur como Coyhaique donde se declara que estos equipos emiten material particulado del orden de 0,6 grs/hr. al respecto el experto recalcó que en su experiencia en mediciones realizadas con anterioridad sería prácticamente imposible llegar a esos índices de emisión con estufas a leña tradicionales.
“En nuestra experiencia de medición de material particulado en laboratorios de UdeC y CERYLAB, las estufas a pellets son las que presentan menores emisiones, con valores que varían entre 0,6-0,9 grs/hr. En relación a las tecnologías convencionales, hemos realizado ensayos encargados por la Seremi de Medio Ambiente de la VIII región donde nos dimos cuenta ya en el año 2012 que las tecnologías que estaban presentes en el mercado nacional no tenían posibilidad de competir en licitaciones para recambio de estufas, porque sus emisiones superaban los límites exigidos en la normativa actual. Vale la pena remarcar que la normativa chilena es mucho más exigente incluso que la norma de USA. Ahora bien, en estos dos años los fabricantes han realizados esfuerzos en asesorías y mediciones, desarrollando mejoras relacionadas con modificaciones en los materiales y la distribución del aire de combustión, esto es, integrando entradas de aire primarias y secundarias”, señaló Farias.
Sin embargo, recalcó el experto, estas mejoras no podrían alcanzar la eficiencia de las estufas a pellet: “Lo mínimo que nosotros hemos medido para equipos tradicionales, aun mejorados con estas modificaciones que he señalado (tomas de aire primarias y secundarias), ha dado como resultado emisiones en torno a los 1,3-1,5 grs/hr.”, afirmó.
El doctor Farías, agregó que existirían problemas en las bases técnicas de licitación, que promueve la autoridad. A su juicio se deben tener en cuenta los siguientes aspectos: equivalencia en informes de laboratorio, potencia requerida según la superficie de calefacción, seguridad en la instalación de equipos y verificación de resultados de emisiones y eficiencia. Se puede tener una estufa con muy bajas emisiones, pero si funciona con un alto consumo de leña, es decir, si es poco eficiente, al final las emisiones globales van a ser mayores. En este sentido, si hay dos equipos con un índice de emisión similar, el siguiente elemento para dirimir es el índice de eficiencia del equipo, ya que un equipo al tener mejor rendimiento va a calefaccionar mucho más rápido, va a calentar una mayor área de m2, va a usar menor combustible, etc. Todos estos elementos tienen un efecto en la disminución de emisiones. También hay que considerar el aspecto de la instalación.
Como debieran ser las licitaciones
El investigador, doctorado en la Universidad de Lieja de Bélgica, también explicó cómo debiesen ser las bases de las licitaciones, para no cometer errores como adjudicar recambio a empresas con equipos tradicionales que no aportan a la descontaminación del aire.
“En un proceso de recambio que lidera una autoridad pública, lo principal es que todos los participantes jueguen con las mismas reglas del juego. Si se van a medir dos estufas que están compitiendo por ser adjudicadas, lo ideal es que midan en un mismo laboratorio y bajo los mismos parámetros y protocolos. Esto porque, al no utilizar el mismo combustible de ensayo en el caso de laboratorios extranjeros y al no contar aún con laboratorios nacionales acreditados que se hayan homologado mediante rondas de intercomparación, los resultados de las mediciones entre los laboratorios pueden ser disímiles. Entonces, lo principal es que las condiciones de medición de los equipos sean equivalentes”, enfatizó.
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