“La educación en peligro”

Por René Araneda A., concejal de Temuco

Así se llama el interesante libro escrito por Inger Enkvist, una connotada profesora de literatura española de la Universidad Sueca de Lund y asesora del Ministerio de Educación de Suecia.

Se refiere ella al estruendoso fracaso educacional que han experimentado aquellos países, principalmente de Europa, que en la década de los 70 optaron por el modelo de “igualitarismo escolar”, muy similar al que hoy se quiere imponer en Chile. Ella dice que dicho modelo no fue una reforma pedagógica, sino política; en la que se hizo oídos sordos a las opiniones de los profesores derivando en una crisis educacional enorme con un grave descenso en el nivel de conocimiento de los alumnos y un embrutecimiento gradual de los profesores.

Señala la profesora Enkvist que este modelo de “igualitarismo escolar” que ponía el acento en lo que los alumnos querían, donde nadie reprobaba ni repetía cursos para evitar traumas a los jóvenes, fue promovido fuertemente por la izquierda europea siendo el gran responsable del empobrecimiento de la calidad de la educación; de la falta de disciplina de los alumnos; de la falta de liderazgo de los profesores; de la preponderancia del método por sobre el contenido, del no hábito de lectura; de la falta de exigencias, evaluaciones y tareas.

Sin duda, una interesante conclusión de quién ha vivido en carne propia esa experiencia y porque, además, me suena bastante parecido con lo que pasa en nuestro país. Pero la especialista agrega otra cosa muy llamativa. Dice ella: “tener los mismos derechos no tiene nada que ver con tener los mismos conocimientos. Lo primero es posible, pero lo segundo no lo es”.

Cabe comentar el violento giro en 180 grados que hizo Suecia en su educación al darse cuenta en los 90, hacia donde llevaba este perverso sistema. Un sistema en el que “elitismo” y “excelencia” eran palabras malditas para la socialdemócratas suecos que gobernaban entonces. Era el verdadero paradigma del Estado del Bienestar, admirado en muchas partes del mundo y referente obligado de la izquierda. Un modelo que, sin embargo, terminó paralizando las mejores energías sociales y sumiendo al país en una profunda crisis.

Felizmente Suecia, previendo lo que se venía y que otros países no advirtieron a tiempo, logró un consenso entre todas las fuerzas políticas y, sin dogmatismos, decidió cambiar este viejo modelo de Estado de Bienestar y el país ha vuelto a prosperar. Así, su modelo educacional garantiza hoy día una educación digna y de calidad para todos, pero sin afectar la pluralidad de proveedores ni la libertad de elección de los ciudadanos. Es el nuevo modelo sueco de educación, basado en la colaboración público-privada y en una amplia libertad de elección ciudadana siendo hoy pionero en el mundo. Muy parecido al modelo de Finlandia en que la prioridad número uno la tiene la formación de buenos profesores, donde los mejores alumnos de la secundaria se sienten atraídos hacia la docencia con calificaciones muy altas pues, se considera que los profesores no deben ganar menos que lo que gana un médico. Así de claro. Y la prioridad dos es una vuelta a la forma " tradicional" de educar con aceptación de la autoridad del profesor y promoviendo los hábitos de lectura a todo nivel.

Francia e Inglaterra, aunque más tarde, también están de vuelta recuperando los valores y métodos tradicionales como la enseñanza frontal, el esfuerzo, la memoria, los exámenes, mejor lenguaje y matemáticas. Sólo España parece pegada aún al pasado.

He querido traer a colación esta interesante vivencia de la distinguida especialista Inger Enkvist conciente de la inquietud que tenemos muchos por la reforma educativa chilena. Porque acá hemos aprobado una reforma tributaria (el instrumento), pero nadie sabe cómo se va a mejorar la principal y original demanda de los estudiantes que era la calidad de la educación ( el fin).

En otras palabras: hemos comprado los pasajes para subirnos a un tren que lleva a ninguna parte.

Sé el primero en comentar

Deja un comentario