· La Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), el Consorcio Agrícola del Sur (CAS), la Multigremial del Sur, Paz en La Araucanía, Mujeres por la Araucanía y SOS agricultores, que representan en conjunto a más de 70 asociaciones, anunciaron el inicio de un trabajo en conjunto para avanzar en una solución de largo plazo para la compleja situación que afecta a la zona.
· “Los agricultores, los gremios, los ciudadanos, damos un paso adelante y convocamos a todos a sumarse a este propósito de bien público que es restablecer la paz y darles opciones de progreso a los chilenos que viven en esas regiones”, convocó Patricio Crespo, presidente de la SNA.
Un importante paso en la búsqueda de paz y seguridad en La Araucanía y el sur del país se dio hoy. Reunidos de manera extraordinaria en la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), dicha federación gremial, junto al Consorcio Agrícola del Sur (CAS), la Multigremial del Sur y las asociaciones de víctimas de la violencia Paz en La Araucanía, Mujeres de La Araucanía y SOS agricultores, acordaron unir sus fuerzas para elaborar y proponer en conjunto una solución para superar el conflicto que da origen a la violencia que aqueja a la Novena Región y otras zonas del sur.
El Presidente de la SNA, Patricio Crespo, señaló que esta instancia “es un esfuerzo adicional que ponemos al servicio de la paz en este país. Es un intento, sincero, profundo comprometido por coordinar a todos los ciudadanos, ya sea del mundo gremial, como las entidades sociales que organizan a los ciudadanos de las regiones del sur para, desde la civilidad, plantearle al país, al Estado y a sus órganos, caminos que permitan avanzar en la resolución del conflicto de base e ir más allá de atender la emergencia y reaccionar a la coyuntura, que es muy dramática. En cuanto no se aborde el fondo de este tema, seguirá acentuándose la agresividad”, aseguró.
El timonel del gremio enfatizó en que se requiere la participación transversal de la sociedad para terminar con la violencia. “Esto supone un compromiso de todos. Los agricultores, los gremios, los ciudadanos, damos un paso adelante y convocamos a todos a sumarse a este propósito de bien público que es restablecer la paz y darles opciones de progreso a los chilenos que viven en esas regiones”, dijo.
El presidente del CAS, José Miguel Stegmeier, relató que la iniciativa se origina ante la preocupación de todos los participantes por la expansión del conflicto desde La Araucanía hasta las regiones que son vecinas, en localidades como Arauco, Valdivia, Llanquihue, Alto Bío Bío e incluso en sectores cercanos a Ñuble. “Teníamos la esperanza de que las autoridades políticas de turno consiguieran que La Araucanía y el sur de Chile tuvieran paz, pero ninguna autoridad política ha dado a este tema la importancia que requiere. Por eso, los agricultores, que somos los más complicados, estamos dispuestos desde una posición generosa a avanzar en una solución de largo plazo, a que nos sentemos todos los sectores, agricultores, ciudadanos, industriales y comercio para que esta violencia se acabe y tengamos un sur tranquilo para todos”, señaló.
Stegmeier agregó que se deben contemplar todos los aspectos del conflicto en la agenda: “queremos abordar todos los ámbitos, sociales, políticos y económicos, reconocemos que hay que compensar, probablemente a comunidades que tienen muchos rezagos en su desarrollo y esas compensaciones deben ser lo más justas posibles, tanto como para las comunidades indígenas como para los agricultores”.
Por su parte, el presidente de la Fundación Paz para la Araucanía y representante de las asociaciones Mujeres por la Araucanía y SOS agricultores, Juan de Dios Fuentes, hizo un crudo diagnóstico de la situación que afecta a la zona. Fuentes, quien ha sido víctima de decenas de atentados, señaló que han sido incendiados 144 camiones, 300 maquinarias agrícolas, cientos de hectáreas de sementeras y 150 casas de predios. Además hay 106 parceleros expulsados de sus tierras (en su mayoría pequeños productores de no más de siete hectáreas), 280 medidas de protección policial permanente para poder trabajar en los campos, $280 mil millones pagados por el Estado en compra de tierras. Por ello, explicó que el objetivo de esta propuesta es buscar “un consenso, unidad, que nos escuchen como gremios, como agricultores, como hombres de trabajo, de campo, que queremos avanzar sobre lo que no ha hecho la clase política, que es buscar las soluciones de fondo. En esta unidad de trabajo queremos plantear soluciones concretas a Chile, para que se entienda que de una vez por todas esto debe terminar”.
Desde la Multigremial del Sur, entidad que reúne a los principales gremios de las X y XIV regiones, también realzaron el impacto generalizado que provoca este problema en toda la sociedad. Dieter Konow, director Multigremial del Sur y presidente de Aproleche Osorno, señaló que “este tipo de conflicto no sólo atañe a un rubro en particular, sino a todos los estamentos de la sociedad y por lo tanto ninguno de ellos debe estar ausente. Creemos que en definitiva, si nosotros no nos organizamos como agricultores para plantear las medidas y llevarlas a cabo, este conflicto no va a terminar y el escalamiento va a ser infinito. Las soluciones se han estirado en el tiempo, y no se han tomado las medidas del caso. Esperamos poder contribuir con acciones y con nuestra presencia en toda instancia que se nos necesite”.
En tanto, Juan Holstein, también director de Multigremial del Sur y vicepresidente de Agrollanquihue, agregó que el origen del problema radica en el rol del Estado. “Hay una falta de compromiso de las autoridades con un tema que tiene aterrorizada a la población rural. El Estado ha permitido que se vuelva incontrolable, ya que nadie ha querido enfrentar el tema. Hay una suerte de dejación histórica de la población chilena, que se siente vulnerada por el Estado”, señaló. El dirigente enfatizó que uno de los ejemplos de la gravedad de la situación se relaciona con las usurpaciones: “es una tarea nuestra, de las principales, como dirigentes trabajar por la paz, e impedir que esto se desborde”.
Los gremios y asociaciones que hoy anunciaron que trabajarán en conjunto por la paz –y que en conjunto representan a más de 70 entidades- iniciarán en las próximas semanas el trabajo de análisis y propuestas para la zona. La idea, es poder convocar a la mayor parte de entidades y ciudadano, además de representantes del mundo mapuche e incluso gremios agrícolas de todo el país para participar en esta instancia de coordinación de trabajo en temas de largo plazo.
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