Durante los últimos 23 años en la región se han registrado cerca de 12 mil incendios que han afectado cerca de 100 mil hectáreas de bosques.
“No podemos esperar el próximo incendio, hay que terminar con los parques nacionales de papel y hay que involucrar de manera más activa a las comunidades en la gestión, recuperación y prevención de riesgos en las áreas protegidas” aseguró el senador por la Araucanía, Eugenio Tuma, tras reunirse con el seremi de agricultura, Alberto Hofer.
Los incendios y riesgos, indicó Tuma, seguirán presentes sea por efectos del cambio climático, la acción de terceros o al avance del monocultivo de especies exótica como pinos y eucalipto. Por eso, se requiere una acción preventiva permanente, debemos aprender de estas catástrofes ambientales que han devastado el patrimonio natural de la Región de la Araucanía, que según datos de CONAF entre 1991 y 2014, han ocurrido 11.919 incendios que han afectado en total a 97.417 hectáreas, correspondiendo el 65% a plantaciones y vegetación natural. Cifra que aumenta con los incendios recientes en la zona del Parque Nacional Conguillío y Reserva Natural China Muerta.
Por eso, indicó Tuma se requiere con urgencia implementar un plan de prevención, recuperación e intervención efectiva que permita una rápida respuesta en tiempo y recursos para evitar la propagación de los incendios que se inician en pequeños focos y luego se propagan a gran escala.
PROPUESTAS
Las propuestas presentadas por el parlamentario a la Secretaría Regional de Agricultura regional se resumen en los siguientes puntos:
1. Implementar un Plan Regional de restauración y recuperación del bosque nativo con activa participación de las comunidades y pequeños productores, que considere la contratación de mano de obra local. Además de la asesoría de la comunidad científica.
2. Establecer un programa regional de restauración de los bosques nativos con financiamiento público entregando fondos especiales a la comunidad aledañas a los sectores afectados.
3. Limitar la proliferación del monocultivo silvoagropecuario, para lo cual es preciso modificar el DL N° 701 que limite su uso en plantaciones de monocultivo, así como prohibir la aplicación de éste en zonas cercanas a áreas protegidas y cuencas hidrográficas. Lo anterior, pues resulta absurdo que el Estado estimule las plantaciones de este tipo y luego deba hacerse cargo de los riesgos que provoca sobre todo cuando se instalan en la periferia de las zonas urbanas, afectando cursos de agua superficial y subterráneo.
4. Focalizar los recursos del Estado para la promoción de bosque nativo y árboles frutales que permitan mayores y diversos beneficios a los pequeños productores.
5. Instalación de viveros comunales y comunitarios con activa participación de la comunidad, protegiendo con ello los recursos genéticos de cada zona.
6. Eximir a las pequeñas plantaciones del pago por inspección del plan de manejo y establecer un subsidio especial de apoyo técnico a estas iniciativas.
7. Orientar recursos de INDAP para apoyar iniciativas de reforestación de pequeños productores, quienes podrán participar en el plan de restauración de las áreas protegidas.
8. Evaluar la instalación de una red de cámara de vigilancia para incendios en las áreas silvestres protegidas.
9. Implementar a nivel de localidades aledañas a las áreas silvestres monitores para dar aviso de emergencias forestales y partidas de primer ataque para el control de pequeños siniestros, dotándolas de sistemas de comunicación adecuados.
10. Involucrar a los comités de implementación de la Reserva de Biósfera en las tareas de recuperación, restauración de las áreas afectadas y en las tareas de prevención.
11. Promover la asignación de fondos a los pequeños emprendimientos turísticos que permanente se ven damnificados con los incendios de modo de generar comunicaciones y participación activa en planes de manejo y control de las áreas silvestres.
12. Solicitar la creación de un consejo permanente que incluya a CONAF (o el organismo pertinente asociado al tema), comunidades aledañas y bomberos que analicen las necesidades de implementación, capacitación y mantenimiento de brigadistas especializadas, tanto en el territorio pehuenche como en la ciudad, para ser apoyo capacitado en el combate de incendios forestales.
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