“Leña seca y legal”, es hoy la apuesta de la Corporación Nacional Forestal. Para alcanzar esta meta trabaja desde el bosque con todo el proceso de encadenamiento productivo, que se conoce como trazabilidad y que apunta a fomentar la producción de leña de calidad, enfatizó David Jouannet, director de CONAF Araucanía.
El director regional recordó que fue la Presidenta de la República, quien entregó un nuevo impulso de trabajo cuando precisó: “No estamos prohibiendo que se corte leña, pero queremos que se haga con planes de manejo”, en el anuncio de la Política de uso de leña y sus derivados para calefacción y la firma del decreto que creó el Comité interministerial de leña y sus derivados, el 18 de marzo en La Unión.
Desde entonces, CONAF asesora al productor forestal desde el bosque hasta la casa: con leña con origen conocido, con plan de manejo del bosque, con una extracción adecuada y un secado pertinente, aclaró Jouannet.
“La trazabilidad de la leña se explica porque CONAF está inserta en estos distintos eslabones de la cadena de leña, partiendo por el manejo del bosque, a través del programa de extensión forestal, acompañando al productor en su explotación en forma sustentable de su bosque; luego fiscalizando los centros acopio de leña hasta que llega a que llega al hogar con una leña seca, de calidad y legal”, detalló.
BOSQUE
La cadena productiva comienza en el bosque. Juan Manquecoi, productor forestal del sector Calfutúe Alto, en la comuna de Villarrica, conoció de aserreo con su padre y hermanos, cuando hacían durmientes. Hoy, a pesar de trabajar solo, es asesorado hace 11 años por CONAF y maneja sustentablemente su bosque de hualle, trébol, tepa, coihue y ulmo, que raleó (limpió de malezas y árboles) para mejorar el bosque y utilizar leña para vender.
“Yo seguí con el trabajo en el bosque. Aprendí que tras el raleo, se regenera el bosque y cuando necesito leña, tengo mi reserva y volteo o boto solamente los árboles que están malos (para leña). Miramos la forma de la copa de los árboles, que estén a una distancia de dos metros para el raleo y cinco metros entre árboles. Recibo asesoría del extensionista, quien hace los planes de manejo, así obtengo mis guías para trabajar y vender, todo legal, no tengo problemas con Carabineros”, aclaró, mientras busca un hualle.
ASERRADERO
Alejandro Jara, es un empresario de la Faja 7, en la ruta entre Ñancul y Loncoche. Hace 10 años trabaja con CONAF, en las 30 hectáreas de bosque nativo. Recuerda que partió en este rubro, por cosas del destino. “Antes cosechaba yo el bosque y ví que era un negocio rentable y me dediqué a esto y gracias a Dios me ha ido bien”, precisó.
Imposible perderse. Tiene leña desde la entrada de su predio hasta el aserradero que habilitó para procesar la producción que alcanza los mil metros cúbicos, destinados a elaboración de madera y leña. Jara además de dar trabajo a varios vecinos del sector, compra, corta, troza, aserrea y traslada leña con destino a restoranes, colegios y negocios de Villarrica.
“Para trabajar bien en esto hay que seguir con los requisitos que exige CONAF, manejar bien el bosque. Utilizamos todo el producto, troncos para madera y otros para leña y carbón; ofrecemos leña por metros y también por sacos”, concluye.
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