Informamos a la comunidad que tras 23 días de huelga legal, gracias a la intervención del Gran Canciller y el Seremi del Trabajo, el viernes 18 de noviembre de 2016 como Sindicato de Profesionales firmamos un acuerdo con la Comisión negociadora nombrada por la Rectoría poniendo fin a nuestra movilización. Dicha firma fue la expresión mandatada por la Asamblea, quien en un acto democrático definió el camino a seguir, ejercicio participativo que estuvo presente durante todo el período de nuestra paralización.
Manifestar que llegamos a esta huelga legal como una forma de expresar nuestra disconformidad que como trabajadores tenemos respecto a cómo la orgánica del gobierno universitario en su totalidad, Rectoría y Honorable Consejo Superior, decide y define sus políticas y asuntos tan relevantes para nuestro desarrollo profesional como lo son nuestras condiciones de trabajo, las remuneraciones y tipos de contratos.
Desde el inicio del proceso de la negociación colectiva, quedó de manifiesto la poca disposición al diálogo y la búsqueda de una solución conjunta por parte del empleador; aún cuando el Sindicato de Profesionales entregó una propuesta de Contrato colectivo basada en información financiera histórica entregada por la misma Universidad, la Rectoría sustentó su postura inflexible en especulaciones basadas en un proyecto de ley en actual tramitación y en noticias de prensa que teorizan sobre el mismo, que no responden a una proyección económica seria y fundada, y con el planteamiento que si no se toman estos resguardos se tendrá que disminuir personal.
No podemos desconocer que el sello institucional está gravemente dañado frente a la falta de diálogo, respeto y consideración demostrado antes y durante este proceso. Esta negociación colectiva nunca fue tal, sólo pudimos votar propuestas del empleador cerradas e inflexibles, de las cuales escogimos la menos mala, esto por supuesto no es lo que se desea en un proceso legal como éste y mantendremos nuestro deseo y esfuerzo por mejorar esta forma de relacionarnos con el empleador.
Como Sindicato queremos manifestar nuestro sentir sobre este acuerdo, un Contrato colectivo que no alcanza a cubrir nuestras expectativas económicas y en especial con aquellas relacionadas con la valoración que como personas merecemos; pero estamos firmes en la convicción de seguir utilizando todas las herramientas que la ley nos permita para mantener nuestra dignidad y alcanzar un buen trato en la relación laboral.
Queda de manifiesto el largo camino que habrá que recorrer para construir una nueva forma de relación entre quien representa a la orgánica institucional y los trabajadores, quienes constituimos un capital humano comprometido y especializado, que en conjunto hemos logrado posicionar a la Universidad con su nivel y calidad educacional actual.
Agradecemos al SEREMI y al Inspector Provincial del Trabajo su mediación y presencia que fue determinante para la resolución de nuestra huelga legal.
Finalmente valorar la intervención de nuestro Gran Canciller para proponer una salida al conflicto y diálogo de sordos al que nos vimos enfrentados con la Rectoría, y con ello poder darle una solución definitiva a la huelga legal, no así al sentir y pesar de nuestros asociados, donde nuestro llamado es a revisar la política de trato de la autoridad de nuestra Universidad con este Sindicato bajo parámetros de dignidad cristiana y mejoras salariales, contextualizados en los principios de la doctrina social de la Iglesia.
Queremos seguir construyendo Universidad, una Universidad Católica, que promueva el Respeto, la Convivencia Fraterna, la Búsqueda de la Verdad y el Encuentro a través del Diálogo.
La Directiva
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