Por Alfredo Seguel, Mapuexpress Colectivo Informativo Mapuche
No queda otro calificativo para dar cuenta sobre la actual administración del gobierno regional de la Araucanía encabezada por el Intendente Andrés Jouannet, quien terminó alineado con los sectores más conservadores y reaccionarios de la Región y ahora, según ha trascendido, con una inminente postulación a diputado razón por la cual dejaría su cargo, sin embargo, con un casi nulo respaldo en amplios sectores sociales y más aún, con serias críticas desde los propios partidos de la denominada “Nueva Mayoría”.
Su predecesor en el cargo fue, Francisco Huenchumilla, quien tuvo como frase destacada el pedir “perdón” al Pueblo Mapuche y a los descendientes de colonos, en su condición de intendente por la responsabilidad del estado chileno en el marco de los conflictos históricos territoriales, dichos que causaron la inmediata posición reaccionaria de ciertos sectores del poder económico (latifundio colonial y forestales), en medio de los intentos de diálogo para la solución de conflictos emblemáticos y la desmilitarización de territorios como garantías para la Paz. De la misma forma, se intentó establecer como base, el interés regional y comunal, resaltando la importancia de los Municipios para establecer sus prioridades en planes de desarrollo, en particular, frente a los proyectos hidroeléctricos, incluso, rechazando el denominado proyecto español “Doña Alicia” de Curacautín, causando la inmediata reacción de rechazo por parte de los sectores empresariales, nacionales y transnacionales, quienes comenzaron a aportillar la gestión. La salida de Huenchumilla se debió al boicot directo de grupos conservadores del latifundio colonial, empresas forestales y empresas hidroeléctricas.
El cambio de folio y la salida negociada fue poner a un condescendiente con los intereses de estos poderes fácticos para evitar mayores conflictos hacia el gobierno, como fue la protesta de camioneros en agosto del 2015. De esta forma, se puso a un agente de confianza del entonces Ministro del Interior, Jorge Burgos. Se trataba de un funcionario que se desempeñaba directamente en dicha cartera, Andrés Jouannet.
Jouannet es Profesor de Estado en Historia y Geografía, egresado de la Universidad de la Frontera de Temuco. Becado de la Fundación Konrad Adenauer, institución que ha sido denunciada, por ejemplo, por conspirar contra el gobierno del estado plurinacional de Bolivia. Con el apoyo de esta Fundación, obtuvo un Doctorado en Filosofía con mención en Ciencia Política de la Universidad de Heidelberg en Alemania, y en esta misma Universidad recibió los grados de Magíster en Historia y Magíster en Ciencia Política. También obtuvo un Magíster en Ciencia Política de la Universidad de Chile. Durante el primer gobierno de Bachelet en 2008 fue nombrado como Gobernador de la provincia de Cautín, cargo al que renunció el mismo año para poder postular al Congreso en las siguientes elecciones por el Distrito 52, donde no salió electo.
En 2014 ingresó a la segunda administración de Bachelet como asesor del Ministerio del Interior en “materias indígenas”. Fue designado el 25 de agosto de 2015 como Intendente de la Región de la Araucanía.
¡Tripatupe Jouannet!: Saqueo y militarización de los territorios
¡Tripatupe Jouannet! Era el mensaje y caricatura que señalaba el dibujante Fiestoforo para exigir la salida del Intendente, a tal punto, que un intento de mesa de “diálogo” fracasó por su sola presencia y desperfiló las gestiones del Obispo de la Araucanía, Héctor Vargas.
La gestión de Andrés Jouannet como intendente, ha sido la que más repudio ha tenido, de manera amplia y generalizada en todas las fracciones del Movimiento Político y Social Mapuche, como también, de diversos referentes sociales chilenos e interculturales. Referentes como el Movimiento por la defensa y recuperación de las aguas, la Red por la defensa de los territorios, Coordinadora Multisectorial, El Consejo de Todas Las Tierras, AD MAPU, Wallmapuwen, Enama, Movimiento estudiantil, la Federación Mapuche de Estudiantes (FEMAE), entre varias otras, de distintas maneras dieron cuenta de su repudio a su actuar, varias veces calificado de colonialista, racista y neoliberal.
“yo no reconozco ninguna reivindicación territorial del pueblo mapuche, ya que son parte del pueblo chileno y el 95% de los chilenos tiene sangre originaria, son parte nuestra, de la Patria, la que no nace en 1810, sino mucho antes y si buscamos literatura comparada los bávaros no están reivindicando nada y son parte de Alemania (..) hay que resignificar la historia, la historia es la historia”, indicó el intendente a Radio Cooperativa en mayo de este 2016, frase que aparece en medio de un supuesto estado “democrático”, con normas internacionales de derechos humanos vigentes, como el Convenio 169 de la OIT, más aún frente a la existencia de un Pueblo a quien se le despojó en menos de 130 años más del 90 % de su territorio ancestral y cuyo acto bélico causó la masacre de unos 50 mil a 70 mil Mapuche en su fase de invasión a finales del siglo 19 y la negación de todos los derechos, incluyendo el lingüistico.
Andrés Jouannet fue cercano a las empresas forestales e intentó mantener y ampliar el modelo de monocultivos de especies exóticas, mientras cien mil personas no tienen agua según datos de la misma ONEMI, principalmente en zonas rurales donde hay mayor concentración de plantaciones y en medio de plagas e incendios descontrolados, afectando a comunidades, sectores campesinos, poblados rurales y hasta la misma agro industria donde ha habido varios sectores reaccionarios y cuya existencia depende de las fuentes hídricas.
El Intendente, rechazó todo diálogo con sectores opositores a proyectos de energía en sus territorios, incluyendo a aquellos que defienden espacios sagrados, sin embargo, mantuvo codo a codo un trabajo activo a favor de las empresas de energía y en tiempo record aprobó proyectos de mega parques eólicos y por unanimidad, una termoeléctrica de biomasa, al lado de una comunidad en la comuna de Freire, que tiene escasez hídrica y que succionará 30 litros de agua por segundo a través de pozos profundos.
El Ministerio de Energía anunció el 22 de mayo del 2015, a través de su ex titular Máximo Pacheco Matte, tener en carpeta cuarenta proyectos hidroeléctricos para la Región de la Araucanía y en diciembre del mismo año más de 100 mini hidros. La persona del Intendente Jouannet no solamente fue proclive a promover favorablemente los proyectos de energía, sino a ampliarlos. En mayo del 2016 el propio Intendente y el Seremi de Energía Aldo Alcayaga, luego de reuniones con empresas, señalaron que en la Región hay 53 proyectos de energía en carpeta.
Sin embargo el nivel de saqueo a favor de empresas no solamente llega a ese nivel pro extractivista neoliberal, sino además, se extiende en las formas de militarización de los territorios en el marco de los denominados conflictos territoriales.
Como política directa del Ministerio del Interior, solo durante el 2015, en la Provincia de Arauco, Región del Bio Bio, se destinaron más de 2.253.790 millones de pesos de gasto público para fines de operatividad policial. Esto, sumado a las provincias de Malleco y Cautín, son unos 4 mil millones de pesos, más gastos operativos, de inteligencia y reservados que superarían los $5 mil millones. Además, habría que sumar los 4,5 millones de dólares que el ex Ministro Burgos gastó en máquinas y equipos de guerra en noviembre del 2015 con vehículos blindados marca Renault, modelo Panhard. Es decir más de 7 mil millones de pesos gastaron para unidades de represión en el marco de los conflictos de tierras durante el año pasado, principalmente con empresas forestales, lo que se ha sostenido y profundizado, como la inauguración de la base con capacidad para unos mil agentes policiales en la zona de Pailahueque, comuna de Ercilla.
A pesar de todo este escenario de gasto bélico y fracaso en la “pacificación”, nuevamente se generan nuevas compras. Carabineros recibió 20 vehículos nuevos 4 x 4 para zonas rurales, marca Dodge 3.6 construidos en Estados Unidos y equipadas en Canadá. Pero Jouannet no escatima en gastos. En medio del debacle productivo y amplias necesidades sociales, propuso al Consejo Regional destinar $600 millones para las “juntas de vigilancia rural”, de los cuales ya se aprobaron $241 el pasado 26 de octubre del 2016 para “Juntas” de 5 comunas de la provincia de Cautín. Además solicitó $3.500 millones para la compra de mayor dotación de vehículos policiales: 35 camionetas 4×4, 22 furgones 4×4, 5 furgones normales, 15 radiopatrullas y una camioneta.
Por otra parte, familias de comunidades Mapuche de la zona Costera de la Comuna de Saavedra, han denunciado que el Intendente Jouannet no operativizó la conformación del ÁREA DE DESARROLLO INDÍGENA (ADI – BUDI), acusándolo de ser un obstáculo para que las comunidades puedan ser priorizadas en materia de desarrollo de acuerdo a sus intereses y necesidades. Es más, argumentan, que la implementación del ADI es un tea de larga data, que tiene el compromiso del gobierno central, incluso, existen oficios de consulta por parte del Ministerio de Desarrollo Social, con la firma del propio Ministro Barraza, dirigidas al Intendente Jouannet durante este 2016, solicitándole sus gestiones y oficios para tal fin, sin embargo, esto no se concretó.
En la Región de la Araucanía, se han profundizado los impactos socio-ambientales y hechos de injusticia y violencia. No es menor que durante la administración de Jouannet se han generado diversos alertas por violaciones a los derechos humanos y nuevos escenarios de criminalización, es más, actos de atentados de extraña procedencia, han sido cuestionados por diversas organizaciones, donde, a modo de ejemplo, se ha sostenido que el conflicto hidroeléctrico pretende llevar a un nuevo foco de grave de conflicto social, “donde diversos operadores políticos pro empresariales pretenden llevarlo a un plano de criminalización, represión y violencia, tal cual quedó demostrado luego del extraño atentado ocurrido en Curacautín en una mini hidro denominada “El Agro” el día 12 de octubre del 2016, atendiendo las versiones e interpretaciones desde fuentes de la intendencia regional de la Araucanía, Carabineros y algunos medios informativos”, señalaban diversas organizaciones y comunidades por la defensa de los territorios, sumándose a otros extraños atentados en el marco de conflictos de tierras y que han contribuido a campañas comunicacionales de estigmatización y un mayor escenario de criminalización a causas Mapuche.
Dicen que se va Jouannet y hoy, se maquillan con candidaturas para salidas “dignas”, tal cual sucedió con Máximo Pacheco Matte y su ahora, participación protagónica para la campaña de Ricardo Lagos, sin embargo, lo concreto, que estos representantes del modelo neoliberal, con todo su rostro de decadencia y desquiciamiento, alineados a los sectores más conservadores, se van en medio de movimientos sociales de resistencia a sus políticas del saqueo, los que además han levantado diversos planteamientos, propuestas y acciones que exigen respeto de derechos, protección de las últimas reservas naturales para la vida, el buen vivir y la autodeterminación de los Pueblos.
Con la salida de Jouannet ¿Se mantendrá el desquiciamiento en la administración de la Intendencia Regional?
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