Columna H. D. René Manuel García García
Conforme con la evolución de los tiempos, las mujeres indígenas de todas partes del mundo están organizándose y creando sus propias redes y grupos para expresar sus preocupaciones y esperanzas.
Particularmente, quiero destacar la participación de nuestras mujeres indígenas en el desarrollo de las comunidades y brindarles oportunidades únicas para aumentar sus capacidades. Digno es destacar a la mujer indígena como pilar fundamental de la familia, quienes con su capacidad de esfuerzo, de valentía y resignación, son capaces de sobrellevar los momentos difíciles y además, proyectar un futuro mejor para sus hijos.
Notable es, también, su capacidad de adoptar decisiones cuando se han propuesto un objetivo. Un número cada vez más elevado de mujeres están tomando la iniciativa en relación con el apoyo que prestan a sus comunidades y han estado a la vanguardia en lo que respecta a la promoción de la cultura de su pueblo.
En su vida cotidiana, en el marco de sus familias y comunidades, las mujeres indígenas encaran dificultades que se derivan de la falta de servicios básicos y de una educación deficiente o inexistente, entre otros problemas. Esos factores obstaculizan grandemente su participación en la sociedad, pero con su empuje van agotando todas las instancias. Para las comunidades aborígenes al tener otras prioridades; como ser el hecho de que su familia está ubicada en el primer lugar, tal vez les resulte costoso dejarla para ir en busca de empleo. Sin embargo, debido a la difícil situación económica y social de nuestro país, llevó a varias familias a trasladarse a las ciudades para poder vivir.
Además de trabajar para mantener a su familia, se ocupan de las tareas domésticas, ya que ellas prefieren cuidar de sus hijos antes que lo haga cualquier persona. Las mujeres indígenas son valoradas por la sociedad por sus conocimientos, habilidades y prácticas, que son transmitidas de generación en generación.
Al conmemorarse hoy 5 de septiembre el Día Internacional de la Mujer Indígena, hago llegar mi más cordial saludo a todas las mujeres indígenas de mi querido Distrito 52, con un gran abrazo y los mejores deseos de éxito y felicidad junto a sus familias.
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