¿Por qué son menos riesgosas las estufas eléctricas?

· Experto en climatización señala que no consume oxígeno ni produce gases tóxicos –como las de combustión a parafina o a gas– lo que ayuda a prevenir la contaminación intradomiciliaria y, por tanto, enfermedades respiratorias y otros.

Durante este invierno, el ministerio del Medio Ambiente ha realizado campañas en distintas ciudades del país para recalcar la importancia de reducir los problemas de calidad del aire provocado por artefactos a leña antiguos, que ha llegado a niveles altos en regiones como el Maule, Bio Bio, Los Lagos, Los Ríos, Aysén y Araucanía.

Este llamado refuerza la necesidad de buscar otras alternativas de calefacción para nuestros hogares que, ojalá, sean libres de contaminantes. Una de las alternativas son los sistemas eléctricos.

Para Felipe Jara, gerente general y experto en climatización de Betterlife, este tipo de estufas tienen ventajas sobre otras “porque no consumen oxígeno ni producen gases tóxicos como las de combustión a parafina o a gas, lo que facilita su uso en lugares cerrados. Este punto es muy importante ya que la contaminación intradomiciliaria está directamente relacionada con las enfermedades respiratorias, asma y dolores de cabeza”, comenta.

Al respecto, existen datos que demuestran cómo afectan a la salud los distintos niveles de gases tóxicos producidos por estufas a gas o parafina, como la tabla que se muestra a continuación:

Consumo energético

Otras ventajas son que no tienen riesgo de explosión (al no requerir de equipamiento que sea susceptible a filtraciones) y cuenta con mecanismos de seguridad que no queman al tacto y permiten programar el encendido y apagado, evitando accidentes domésticos. Además, es fácil de usar, cómoda de trasladar y no necesita instalaciones complicadas ni espacios dedicados a éstas como sala de calderas, depósito de combustible, chimeneas, etc.”.

Respecto al consumo, el profesional de Betterlife desmitifica que la calefacción eléctrica sea más cara que otras alternativas, ya que su gasto promedio es de $85 a $130 la hora. “La constante incorporación de nuevas tecnologías permite tener estufas eficientes que calientan el ambiente de manera homogénea, con mayor potencia de calor y en menos tiempo. Incluso, están previstos de sistemas de purificación que mejoran la calidad del aire al interior de la casa”, señala.

Así, “por el mismo consumo que tiene un secador de pelo o una plancha se puede calefaccionar hasta 100 metros cuadrados”, ejemplifica Felipe Jara.

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