Regalar cajas de bombones con forma de corazón se ha convertido en un símbolo del Día de los Enamorados. Para esta fecha, sólo en Estados Unidos se venden 36 millones de cajas con este formato, aunque esta tradición es bastante más reciente de lo que se podría pensar.
Hacia 1840 ya se celebraba el Día de los Enamorados en muchos países. Por ejemplo, en la época victoriana la clase alta inglesa solía celebrar con algún regalo o tarjeta, hasta que un chocolatero británico comenzó a cambiar esta tradición.
Se trata de Richard Cadbury, quien en 1861 inventó una exitosa variedad de chocolate sólido, que tuvo gran aceptación. Él era hijo de un famoso chocolatero, John Cadbury, que había abierto en Birmingham, Inglaterra, una casa de té y cafetería que se hizo famosa por el exquisito chocolate caliente que ofrecía. Richard, intentando mejorar la técnica para hacerlo más sabroso, le agregó mayor cantidad de mantequilla de cacao, con lo que el líquido solidificó, dando origen a lo que él llamó el “chocolate comestible”.
Presentados en cajas con forma de corazón y delicadamente decorados con rosas y Cupidos –el antiguo dios romano del amor–, los bombones de chocolate se convirtieron en poco tiempo en el regalo más apetecido para celebrar esta fecha. Muchos de los enamorados conservaban esas cajas y las usaban para guardar cartas de amor y algunos recuerdos significativos. A Cadbury no se le ocurrió patentarlas, pues nunca imaginó que llegarían a ser tan populares.
Hasta que llegó la Segunda Guerra Mundial, cuando se racionó el azúcar y la fiesta de San Valentín quedó prácticamente en el olvido. Al terminar la guerra, volvió con fuerza esta celebración, junto a la tradición de regalar cajas con forma de corazón.
Aún existen algunas de esas primeras cajas de la era victoriana, que en muchos casos son parte de los tesoros familiares que han pasado de generación en generación. Actualmente, las pocas que quedan se han transformado en artículos de gran valor y son muy apetecidas por los coleccionistas.
Por ello, si es que recibe una preciosa caja de bombones con forma de corazón, no sólo disfrute los ricos chocolates, sino también puede recordar la historia que dio origen a esta deliciosa tradición.
María José Correa
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