23% de abstención: Más que un número…el futuro de una elección

A raíz de los últimos resultados entregados por la encuesta Adimark del mes de junio, cuando se le pregunta a los encuestados de manera espontánea ¿Quién preferiría Ud. que fuera el próximo presidente o presidenta de Chile? un 23% de los encuestados señala no sabe o no responde. Porcentaje por una parte, preocupante considerando los altos niveles de abstención en cada una de las elecciones que el país ha tenido luego de aprobar la ley de inscripción automática y voto voluntario el año 2012. Pero, por otra parte, número muy atractivo para los candidatos a la presidencia que tienen pocos meses para acrecentar sus preferencias, como son los casos del ex Pdte. Piñera y el Senador Alejandro Guillier quienes actualmente corren con las ventajas respectivas para acceder a una eventual segunda vuelta. En el caso de Piñera, de lograr capitalizar los votos de Ossandón y Kast podrían acercarlo a un 35% dejándolo aun con tareas pendientes para alcanzar el umbral del 50 + 1 para ganar en una segunda vuelta, votos que tendría que captar de ese 23% de la población indeciso o más bien indiferentes a una clase política desprestigiada y con serios problemas de credibilidad, además de discursos disonantes con las demandas y necesidades ciudadanas. Por otro lado, Guillier vive el karma de ¿qué hacer con la DC?, ¿Cómo evitar el alza en curso de la también periodista Beatriz Sánchez? y ¿cómo motivar a los sectores más reticentes a su candidatura?, sin duda, una labor difícil, pero jamás imposible para un sector que siempre se ha caracterizado por su disciplina y alineamiento en momentos difíciles. No obstante, Guillier tiene como primer antecedente que no ha logrado sostener un alza permanente en las encuestas y tampoco ha logrado capitalizar el 26% de aprobación con el que cuenta el gobierno actualmente según la misma Adimark. Punto aparte es la situación de Beatriz Sánchez de quien no sabemos cuánto más podrá crecer, ya que con un discurso inteligente y recogiendo a un electorado nuevo ha sacado ventajas de sus redes mediáticas y de la última franja electoral, sin duda, una candidata a tener en cuenta en la próxima CEP.

En estos días ha quedado demostrado que si bien se han abierto más espacios de participación permitiendo a nuevos liderazgos y movimientos tener cabida en el espectro político, aún es insuficiente para hablar de una participación mayor por parte de los ciudadanos quienes hoy nuevamente han ratificado su desinterés por la política, lo que también se verá replicado en las próximas elecciones y todas las venideras, situación que solo podría revertirse cuando de la política que hablemos sea aquella que está enfocada en resolver los intereses cotidianos de la población, de una manera menos holística y más aterrizada a los quehaceres diarios de un ciudadano común. Cuando exista una política no cupular ni a puertas cerradas, cuando las nuevas generaciones asimilen la política como un medio para una mejor sociedad y no como un fin personal y cuando de una vez por todas el ser de “izquierda” “derecha” o “centro” no sea un factor discriminatorio ni sinónimo de ataques u ofensas, sino más bien un factor de diversidad y enriquecimiento del debate, el cual incluso podría ser la receta para que ese 23% de la población repiense su participación en una elección presidencial.

MARCO LUNA MACALUSSO, ADMINISTRADOR PÚBLICO Y LICENCIADO EN CIENCIAS POLÍTICAS

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