Las condiciones externas de los días de descanso pueden generar dentro de los autos material particulado, bacterias, virus y hongos, que perjudican la salud de las personas.
Los automóviles en verano están más expuestos a la acumulación de una gran cantidad de contaminantes como material particulado, bacterias, virus y hongos, que son perjudiciales para la salud. Por ese motivo, después de las vacaciones es muy importante realizar una limpieza física profunda, purificación de aire del habitáculo y la revisión del filtro de polen.
Las altas temperaturas, en especial en lugares húmedos, aumentan las posibilidades de reproducción de hongos y bacterias. “Los malos olores son los primeros indicios de la proliferación de estos microorganismos y esto puede ocurrir cuando dejamos, por un tiempo prolongado, un traje de baño mojado, comida, frutas, entre otros. Esos contaminantes pueden alojarse en el aire acondicionado y provocar reacciones alérgicas en las personas, causando rinitis, irritación de vías respiratorias o enfermedades relacionadas”, explica René Barril, ingeniero civil bioquímico y gerente técnico corporativo de Airlife.
Para poder eliminarlos se recomienda un método que utilice tecnología limpia y altamente eficiente, como Airlife. Este sistema purifica e higieniza el interior y ductos del vehículo, destruyendo los microrganismos y molecularmente olores de origen orgánico. De esta manera, reduce hasta un 99% las diferentes colonias de gérmenes patógenos, sin necesidad de usar elementos químicos y sin dejar residuos.
Por otro lado, los automóviles también están expuestos a la contaminación por material particulado, ya sea por los caminos de tierra, la playa, largos viajes, etc. Para poder prevenir o reducir el ingreso de las partículas e impurezas al interior del auto existe el filtro de polen. Este sistema es muy eficiente sobre todo durante la época primaveral y veraniega, ya que las moléculas de polen, polvo, entre otros, son muy perjudiciales para personas alérgicas, asmáticas, niños pequeños o ancianos.
“Las personas generalmente antes de salir de vacaciones, van al taller para revisar los vehículos. En ese momento también se recomienda revisar el filtro de polen, ya que podría estar dañado. Luego de los días de descanso y aún más, si el auto estuvo en una zona con mayor cantidad de partículas en suspensión como un camping o campo, se sugiere una limpieza completa del auto, cambiar el filtro de polen y realizar una aplicación Airlife para purificar el interior y los ductos del aire acondicionado del automóvil”, finaliza René Barril.
Dejar una contestacion