El trabajo de la fundación junto a siete establecimientos de la zona costera de La Araucanía fue recogido en la nueva hoja de ruta. Hoy fue lanzado el primer capítulo que diagnostica los 10 absurdos del sistema actual y propone caminos para superarlos, en miras a las próximas elecciones presidenciales.
Que aunque el mundo cambie no cambien las salas de clases, que la infancia continúe postergada aun cuando es el nivel educativo que genera mayor impacto o que Chile sostenga que su sistema universitario es “mixto” cuando en realidad sobre el 70% de la matrícula es privada, son algunos de los 10 absurdos que Educación 2020 diagnosticó para desarrollar una ambiciosa propuesta de reforma educativa, donde la experiencia de La Araucanía fue clave.
“Desde el 2014 comenzamos un trabajo pionero con siete establecimientos de la zona costera, periodo en el que hemos recogido las inquietudes de las comunidades respecto, por ejemplo, al exceso burocrático, la presión por los resultados y la necesidad de innovación. Esta experiencia ha sido un insumo trascendental para la elaboración de nuestra propuesta actual”, asegura Ariel Ramos, director de la macrozona sur de Educación 2020.
El documento, titulado “Plan Nacional: la educación chilena al 2030”, es el diagnóstico más extenso de Educación 2020, donde una de las principales propuestas es tener una mirada de largo plazo en la educación, libre de los vaivenes políticos de cada gobierno.
“La gran conclusión es que absolutamente todos los países exitosos en materia educativa lo lograron a partir de acuerdos de largo plazo. En 12 años Chile ha tenido diez ministros de educación y podríamos tener veinte más, pero cero acuerdo. En educación necesitamos una política de Estado y no de gobiernos”, explica Mario Waissbluth, fundador de Educación 2020, sobre las motivaciones de la organización para lanzar esta propuesta.
Y agrega que “después de años de reformas uno debe preguntarse cuándo se termina o si se necesitan más. El problema de esta reforma educativa es que aunque tiene logros, carece de una mirada global que trascienda al propio gobierno. Eso al final lo sufren las escuelas, que tienen que implementar cambios con contradicciones. Ahí surgen los absurdos”.
OTROS ABSURDOS
Otros de los absurdos destacados por la fundación es que en 10 años se ha cuadriplicado la matrícula de educación superior, pero sólo el 32% de quienes egresan tiene un nivel de comprensión lectora acorde a sus años de estudio. O que, pese a los avances, aún los estudiantes de altos y bajos recursos mantienen distancias significativas en sus resultados.
“Las brechas socioeconómicas en términos de aprendizaje persisten. Por ejemplo, cifras como las del Simce en La Araucanía revelan diferencias de más de 100 puntos entre los resultados de los estudiantes de nivel socioeconómico alto y bajo, lo que es preocupante. En este sentido, una de nuestras propuestas es innovar en las aulas, lo que hemos impulsado fuertemente en esta Región”, sostiene Ramos.
Cabe destacar que el “Plan Nacional: la educación chilena al 2030” se nutre de más de ocho años de experiencia teórica y en terreno junto a profesores, estudiantes, gremios y otros actores de la sociedad civil.
Esta semana, Educación 2020 publicó el primer capítulo de esta propuesta, donde se analiza la educación chilena y se plantea las líneas de acción más relevantes. Antes de las elecciones, la organización compartirá otros cuatro documentos que son parte del estudio, junto a propuestas técnicas concretas en temas como institucionalidad, educación inicial, escolar y superior.
“Este plan nacional es un documento vivo que se presentará a los candidatos presidenciales de todo color político y a los actores más relevantes de La Araucanía. Queremos influir en la agenda política educativa de los próximos 12 años y que nuestras propuestas se concreten de verdad”, concluye Waissbluth.
En este link se encuentran los 10 absurdos: http://www.educacion2020.cl/los-10-absurdos-de-la-educacion-chilena.
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