A escasos kilómetros de la frontera con Argentina, un grupo de 24 mujeres y 1 hombre de la comuna cordillerana de Curarrehue se capacitaron para realizar artesanía en cuero, contando con una nueva opción laboral.
Carteras, monederos, llaveros y una serie de accesorios en cuero han sido los primeros productos que han realizado un grupo de 24 mujeres y 1 hombre del sector cordillerano de Reigolil, en la zona rural de Curarrehue, que han abierto una nueva opción laboral tras haberse capacitado con el programa +Capaz del Sence.
“Para mí el curso fue muy bueno porque aprendí bien a trabajar con el cuero y la gente ya me está encargando cosas para hacer y vender, y ahora con las herramientas que me entregaron con el programa voy a poder seguir en esto”, comentó Nidia Rivera en la actividad de cierre del curso de “Diseño y confección de artículos y accesorios de cuero”, realizada en el propio sector donde se realizaron las clases.
Los participantes provienen de diversos sectores cercanos a Reigolil, como Flor del Valle, a 15 kilómetros con el límite con Argentina, por lo que realizar el curso en la misma zona rural fue fundamental para el acceso de estas emprendedoras.
La directora regional (s) del Sence en La Araucanía, Gemita Álvarez, “destacó que este es el primer curso que se da en Reigolil, que está muy alejado del área urbana de Curarrehue, donde se hizo el esfuerzo por llegar con la capacitación donde viven las personas y así facilitar su acceso a la formación laboral. Este enfoque del Gobierno de estar cerca de quienes lo necesitan, ha sido recompensado por el gran interés de cada una de las capacitadas, que ya tienen proyecciones muy interesantes para comercializar sus productos en cuero y tener nuevos ingresos familiares”.
Desde el año pasado ya son 10 cursos los que se han implementado en comunidades alejadas de Curarrehue, con más de 200 beneficiadas y beneficiados, aspecto que la directora del Sence plantea como una definición regional necesaria, valorando además el trabajo conjunto con el alcalde Abel Painefilo. Cada uno de ellos han sido absolutamente gratuitos para sus alumnos, y consideraron subsidios de locomoción y en algunos casos la compra de materiales para continuar sus ideas de negocio.
Junto con ser una alternativa económica, el trabajo en cuero significa un rescate cultural en estas comunidades. Tal como lo señala una de las alumnas, Maribel Seguel, su padre “cultivaba los cueros de vacuno y confeccionaba lazos o riendas para los caballos, por lo que siempre he tenido una conexión con esto y me llamaba mucho la atención”.
A pesar de no tener experiencia previa con la artesanía, Maribel comentó que le “ha gustado mucho el hacer artículos de cuero, uno siempre tiene ideas y puedo vender. Más adelante me gustaría aprender a curtir el cuero, para aprovechar lo que tenemos en el campo como cueros de oveja, de vacuno, y así crecer con esto”.
En los próximos meses se podrá postular a nuevos cursos por medio de +Capaz del Sence, postulando a través de www.sence.cl
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